De la ciberguerra al estado de excepción en la red

Stuxnet es un gusano “inoculado” en el programa nuclear iraní: se habla de China, EEUU o Israel como posibles responsables (aunque sería más literario pensar que los responsables trabajan en una buhardilla perdida de El Bierzo o Austin). Wikileaks pasa por ser el gran agujero negro de la hipocresía de los Estados este principio de siglo. Los ciudadanos ya patalean, se manifiestan en el ciberespacio… Todo esto en un mundo en franco retroceso de las libertades en el que los Estados se agarran los machos y se atrincheran tras el más crudo autoritarismo, dispuestos a morir (lentamente ) matando. El próximo campo de batalla parece la red…

…O en realidad ya está sucediendo: el Comando Cybercom, organismo de control para la red del Departamento de Defensa norteamericano, entrará en funcionamiento el año que llega, una continuación lógica de la Patriot Act por otro lado, como la Ley Sinde es la portadora patria del espíritu del ACTA. Parecen tiempos para hacerse resilientes en la red

¿Hacktivistas? ¿Ciberactivistas? ¿gamberros?

Con motivo de los ataques DOS de Anonymous he leído en muchos sitios una comparación que me parece imprecisa. Se suele decir que este tipo de ataque por denegación de servicios es similar a si la gente se congregara en la puerta de El Corte Inglés impidiendo entrar al resto de personas. Me parece más preciso, y la diferencia no es baladí, equipararlo a una situación en la que mucha gente entrara en los grandes almacenes saturándolos.

Entonces ¿hablamos de hackers o de activistas? Stallman opina que no son hackers sino manifestantes, yo creo que la línea que separa el ciberactivismo y el hacktivismo es ténue. No hace falta ser programador para hackear el sistema, sólo imaginación. Los chavales de Anonymous, con modos más primarios y seguramente una cultura política menos sofisticada que los ciberactivistas ciberpunks o que la gente de los hacklabs, están impregnados, lo sepan o no, de la ética del hacker: el reto intelectual como motor, la implicación vital con la tecnología o el liderazgo meritocrático dentro de una organización horizontal son algunas de las características de este movimiento. Son además activistas porque sus reivindicaciones son políticas (la persecución a Wikileaks o los derechos de propiedad intelectual en la red)

Finalmente los chicos de Anonymous no parecen tan distintos de aquellos pioneros del hacktivismo que en 1995 bloquearon los sitios del gobierno francés en protesta por los ensayos nucleares de Mururoa, aunque si aquellos se coordinaban en el sitio www.netstrike.it, estos lo hacen hoy en 4chan y mañana en Tuenti.

Cabe, desde luego, discutir si lo métodos son eficaces o éticos, pero Anonymous es un producto de su tiempo, y parece absurdo el desprecio y el ninguneo del mainstream de la red, que gusta de gururear sobre conceptos como la inteligencia colectiva o la emergencia para luego despreciar olímpicamente a los chavales de Anonymous

Por cierto, hablando de DDOS, tened cuidado con la seguridad del ordenador o de la PSP porque con la última modificación del código penal podéis ser uno de los cientos de miles de españoles susceptibles de incurrir en un delito con una pena de cárcel de hasta dos años.

Es de bien nacidos…

¿Cómo se compatibilizan las promesas con no molestar a quien paga tu campaña electoral? Eso se debió preguntar Obama al afontar el tema de la Neutralidad de la Red, de la que había declarado en 2007:

“Asumiré personalmente el compromiso con la neutralidad de la red, porque cuando los proveedores comienzan a privilegiar algunas aplicaciones o sitios web por encima de otros, las voces más pequeñas son silenciadas y todos perdemos. Internet es posiblemente la red más abierta en la historia y debemos mantenerla así”.

Llegado el momento Obama, un tío que es ante todo fachada, ha mantenido las formas. El gran titular es que EEUU garantizará la ley (como antes ya hizo Chile) la Neutralidad en la Red, pero leyendo la letra pequeña conocemos que no lo hará en los servicios móviles, donde -a día de hoy – parece estará la pasta.

Casualmente en 2008 la bolsa oficial entregada a cada delegado de la Convención Nacional Demócrata tenía estampado un gran logo de AT&T.

Detalles en Democracy Now!

Anonymous y las manifestaciones según Stallman

Su discurso es más o menos siempre el mismo, y hace falta que así sea. Richard Stallman nos vuelve a hablar de la necesidad de construir un mundo con software libre. Lo interesante del caso es sin embargo es que su discurso es integrador: nos está hablando en realidad de un abanico mucho más amplio de derechos civiles y su aplicación a esa parte de la vida que es la red. Por eso le es tan fácil integrar su discurso a propósito de las protestas (que no hackeos según explica) de Anonymous. «Las protestas en la red de Anonymous en apoyo a WikiLeaks son el equivalente en internet de una manifestación multitudinaria».

Mientras nos permitan engañarnos…

Fama

Es curioso como cambia la percepción de algunas cosas cuando te haces adulto. Cuando de pequeño vi Fama, de Alan Parker (la peli, no la serie) me quedé con los números de baile y el carisma de los Leroy, Coco y compañía. Vista con los ojos de un espectador que hace mucho tiempo que dejó de querer delinear los pasos como Fred Astaire en Sombrero de Copa, Fama cuenta las desventuras de un grupo de desarrapados sociales que ven en el arte la única vía para escapar de su desventura heredada. Un poco como en unas horas: con la lotería de navidad. Y es que el espectáculo -sobre todo ese- es para eso, para mantener viva el autoengaño y la ilusión de que los días venideros abandonaremos la platea por el escenario.