Mea culpa.

A menudo en mi vida he sido poco sensible con los temas de la
ecología, siempre con retranca irónica ante los que en mi opinión
olvidaban al ser humano «por las plantitas y los animalitos». A
menudo he sido un poco cretino con estas cosas en el pasado. Las
inquietudes y sensibilidades de cada cual tienen que ver con una
cultura personal, con unas circunstancias y afinidades muy concretas,
pero eso no debe llevarnos a hacer de menos las inquietudes
prioritarias de los demás. Cada vez veo más necesaria una explotación
racional de la tierra y una mayor sensibilización ecologista. Este
comentario me ha surgido esta mañana por la visión espantosa de unos
cazadores de delfines en Japón. La estampa del agua ensangrentada
de estos animales desangrándose lentamente arponeados de veras que
me ha revuelto las tripas y la conciencia.