He estado esta mañana en la sede del PSOE. Una chica muy amable del partido me había dejado un comentario invitándome para hablar acerca de la pobreza con motivo del Blog Action Day. Allí han iban a estar – y han estado- Leire Pajín, Elena Valenciano y Eduardo Madina. Mi primera reacción fue de rechazo, ya me habían invitado anteriormente a “cubrir” el último Congreso Federal del PSOE por Madrid Me Mata y en aquella ocasión nos pareció que ir a hacerles el “caldo gordo” y participar de una acción de marketing como que no. En esta ocasión sin embargo por aquello de que se trataba de un debate y yo siempre he mantenido que me sentaría a discutir con el mismísimo diablo he decidido aceptar la invitación.
Pensando acerca de lo que podía preguntar se me ocurrió que no tenía mucho sentido ir a desaogarme y hacer una proclama de lo poco de izquierdas que me parecía su partido y patatín patatán. Seguro que me ignorarían y listo. Al fin y al cabo allí éramos más de veinte representantes de “la blogsfera” ( como si ese fuera un ente con nariz ojos y sobre todo idénticos parámetros mentales).
Me surgió entonces la posibilidad de reflexionar sobre los Objetivos del milenio de Naciones Unidas, que Eduardo Madina había copiado en su último post. Empecemos por enumerarlos:
Objetivo 1; Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
Objetivo 2; Lograr la enseñanza primaria universal.
Objetivo 3; Promover equidad de género y empoderamiento de la mujer.
Objetivo 4; Reducir la mortalidad infantil.
Objetivo 5; Mejorar la salud materna.
Objetivo 6; Combatir el SIDA, el paludismo y otras enfermedades
Objetivo 7; Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
Objetivo 8; Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
¿No os parece de risa que objetivos que salvo el nombre de alguna enfermedad aparecen en el ideario de gentes del siglo XIX sigan llamándose objetivos del milenio? Y aún así que triste apradoja, parecen lejos de poder ser erradicados porque para que nuestro sistema social funcione necesita que sigan existiendo pobres. Una bolsa de pobres tolerable, que no molesten demasiado eso sí.
Es evidente que el PSOE no es precisamente el agente llamado a hacer cambios estructurales, de esos que tienen que ver en el fondo con buscar alternativas al capitalismo, pero cabía preguntarle por alguna iniciativa audaz con cabida en nuestro sistema. Y esa era la Renta Básica, un corpus de ideas que en principio podría entrar perfectamente en las agendas de auténticos partidos socialdemócratas.
Para quien no conozca las ideas de Renta Básica recomiendo buscar lo escrito por Daniel Reventós al respecto. De lo que se trata a grandes rasgos es de aplicar una renta de ciudadanía a todo miembro de la sociedad independientemente de si trabaja o no. Suena inalcanzable pero hay mucho escrito y teorizado al respecto desde hace veinte años y modelos muy serios como el que con una base de 210000 declaraciones de IRPF de Cataluña han dado resultados sorprendentes según los cuales del orden de un 70% de la población mejora con respecto a la actual situación, sobre un 15% se queda igual y sólo un 5% (los más ricos) salen perdiendo con respecto al actual status quo.
Es un tema un tanto complejo y requiere de leer un poco acerca de sus vericuetos pero desde luego es una propuesta por una mejor distribución de la riqueza asumible por un partido socialdemócrata.
Les he planteado esto y lo he contrapuesto con las medidas del PSOE, medidas más asistenciales que universales: chueque bebé, chequé ppor la vivienda, los famoso 400 euros de Zapatero, los 200 euros de ayuda al alquiler…
Eduardo Madina me ha respondido que él también está más por las políticas estructurales que por las transferencias, Leire que la Renta Básica es interesante, que la han discutido mucho y que quien sabe en el futuro, Elena Valenciano más de lo mismo, que no estamos preparados y que antes se necesita de un fortalecimiento de la seguridad social, pensiones, etc.
En definitiva, que no.
La verdad es que la mañana ha valido la pena, he compartido una una buena conversación con Pedro Cluster y David de La otra agenda, a parte de eso, política…de la de salón.