Ha muerto Betty Friedan, de alguna manera la mamá de las feministas de distintos signos y autora del que es, quizá sin pretenderlo, unos de los mejores libros de historia social que yo haya leído: La mística de la feminidad. Es unos de esos ejemplos de alcance transversal, en el que la autora, partiendo desde una óptica liberal, forjó una serie de conceptos que calaron en tanto interdisciplinarmente (psicología, sociología, historia…) como interideológicamente, pasando a ser su profunda (aunque accesiblemente explicada) argumentación un jalón incontrovertible para muchas mujeres y hombres del planeta. Un libro que sigue siendo necesario para liberar a mujeres y hombres de esa tela educacional que nos hace menos …definitivamente nos hace menos.
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