Soy muy respetuoso con la libertad de los individuos y su derecho a hacer con el cuerpo propio lo que le de la real gana. Sin embargo conviene ecuchar la voz de la experiencia de quienes nos cuentan sus expreriencuias en las sendas del exceso. Lo que importa es manejar toda la información posible para ser un poquito más libre a la hora de elegir. Muy interesante esta entrevista con Josele (ex-enemigos) hablándonos sobre su adicción a la heroina(ya superada hace tiempo).
«Acababa de comerme un mono horroroso y por poco me quedo allí. Me provocó una deshidratación y se me paró un riñón. Aquello era como la parada de los zombies, había ‘camellos’ en los pasillos del hospital. Y yo no me podía ni levantar. Me acuerdo de oír hablar al médico con mi madre y que ella decía: ‘bueno, me voy para casa y mañana vuelvo’, y a él contestarle: ‘no, pase usted aquí la noche porque se nos queda el chico’, y yo pensaba ‘ostias’. Ese mes se me murieron seis compañeros de habitación. Ponen un panel verde entre las camas y adiós… Pues el día que me dieron el alta me fui a pillar. Pierdes el sentido de la lógica y te importa todo tres cojones, incluido tú. La vida de un adicto es un puñetero infierno, es la de un vampiro».