Los malos cálculos de los 23-F.

tejeroHoy es 23 de Febrero, y han pasado otros 25 fechas idénticas desde que Tejero entrara en el parlamento con sus gritones modos. Un cuarto de siglo desde que las tres operaciones golpistas en marcha confluyeran de manera más o menos apresurada como culminación del ruido de sables que había sido banda sonora de la constitución, condicionándola por ejemplo en la redacción del Artículo Octavo.

Los golpistas percibían la situación de la Transición como un paralelo a los momentos previos a la Guerra Civil y proyectaban un nuevo “Alzamiento” (hay que tener en cuenta que los tres generales condenados por el asunto, Armada, Milans del Bosch y Torres Rojas, habían combatido en la “cruzada franquista”). En mi opinión hicieron mal entre otros cálculos de apoyos puntuales los que tienen que ver con la presión popular de unos españolitos que, suponían ellos, educados tantos años en el nacionalcatolicismo apoyarían una operación tan como Dios manda como la suya. La población (que desde luego no era ciudadanía aún) no hizo más que permanecer atenta a los transistores. Cabe preguntarse si sobrevaloraron el valor de sus españoles o la implantación de eso que desde luego existía (y existe) que se he venido llamando “franquismo sociológico”. Sea como sea se equivocó la extrema derecha hace 25 “veintitrés-efes”, y al golpe le sobrevino el hundimiento electoral definitivo de sus partidos. Desde esos momentos muchas son las veces en que en este país algunos se han felicitado de que el partido mayoritario de la derecha aglutine a los sectores más fachas, viéndose como un ahogo de sus posibilidades parlamentarias, algo con lo que no he estado de acuerdo nunca: lo veo más bien como una vía directa de ciertos sectores nostálgicos hacia los más altos puestos de responsabilidad política, y seguro que sois capaces de pensar en algún nombre.

Hoy también se escuchan voces que hablan de climas guerracivilistas y de desarticulación de España. Puede que también hoy quienes levantan la voz hagan mala sus cálculos con respecto a los apoyos que pueden suscitar. Es evidente que a las familias franquistas, como la monarquía, que ayer tenían miedo de que la democracia diera al traste con sus prebendas sociales y económicas se han desprendido estos días de estos miedos. El golpe de estado fue un puntal importante de cara a reforzar el trabajo continuista de transición, y un empujón definitivo hacia el conservadurismo al PSOE. Hoy en día los aldabonazos, a pesar de recordatorios mediáticos como los del general Mena, son más sutiles, y nuestras limitaciones están más interiorizadas.

8 thoughts on “Los malos cálculos de los 23-F.

  1. Todo apunta que el máximo responsable-beneficiario del 23-f es al máximo responsable-beneficiario del sistema que rige el país el resto de los días del calendario. Blanco y en botella.

  2. «que el partido mayoritario de la derecha aglutine a los sectores más fachas… lo veo más bien como una vía directa de ciertos sectores nostálgicos hacia los más altos puestos de responsabilidad política».

    Totalmente de acuerdo, pero ¿por qué no aplicas el mismo razonamiento para la sempiterna dividida izquierda, macho?

  3. «que el partido mayoritario de la derecha aglutine a los sectores más fachas… lo veo más bien como una vía directa de ciertos sectores nostálgicos hacia los más altos puestos de responsabilidad política».

    No entiendo lo que dices, precisamente yo siempre he sido muy receloso de eso que se ha venido en llamar «la gran casa de la izquierda». Por otra parte no se me ocurren demasiados nombres de izquierdistas radicales en la política española,más bien los echo en falta.

  4. Dani, ¿te refieres a que la izquierda debe aglutinarse al igual que la derecha?
    Yo pienso que ése no es el camino pues eso nos llevaría a profundizar más aún en un siempre peligroso y pobre bipartidismo. Pienso que cuantos más partidos existan mucho mejor para una democracia. Eso sí que es sano para una democracia, en España nos «salva» en cierto sentido que haya partidos como Izquierda Unida (vergonzoso que siendo el tercer partido más votado tenga tan poca representación. Claro, no van a cambiar el sistema de escrutinio a estas alturas) y sobretodo los nacionalistas. Si no, nos veríamos expuestos a cambalaches como el de Alemania en donde los dos partidos mayoritarios de «derechas» e «»»»izquierdas»»»» se han repartido el gobierno.
    Todo eso sí que me parece peligroso y con ciertos tintes totalitaristas, parece como un primer paso hacia el partido único.
    Algunos días parece que vivimos en 1984.

  5. Luis ¿Por qué dices que el golpe de estado fue un empujón definitivo hacia el conservadurismo al PSOE ?
    No sé a qué te refieres.

    Una anécdota: en las últimas elecciones generales acompañé a Dani a su colegio electoral, había un hombre jóven con su pareja que le comentó a ella: «no sé si votar al PP o a Falange».
    Teniendo en cuenta quienes fundaron el PP y la desaparición de UCD no es de extrañar que la extrema y rancia derecha ultraconservadora y los más neoliberales estén en el mismo partido.

  6. El PSOE tuvo en esos años un discurso muy radical, más escorado a la izquierda que el propio PC, preso de las circunstancias (la necesidad de su legalización) y eso le valió el robo de muchos votos al partido de Carrillo. Somos muchos los que creemos que semejante actitud era sólo una impostura electoral y pronto empezaron a virar (recordemos: del OTAN de entrada nos salimos al OTAN sí). Este aldabonazo fue una última advertencia de las FAS para que nadie se saliera de madre y este papel lo llevó a cabo el PSOE, que cogió el relevo de la desmembrada UCD en el 82, acometiendo asuntos tan de izquierda como la brutal reconversión industrial de los ochenta.

  7. Ayer escuche a Carrillo decir una cosa que suscribo plenamente, y es que si el 23F no se hubiera filmado, si no hubiera habido televisión, ni imagenes, hoy estariamos escuchando voces diciendo que en realidad el 23F nunca existió. Como tantas otras cosas.

  8. Me refiero a que Luis está reconociendo réditos políticos a la estrategia de la derecha de aglutinarse. Sin embargo, normalmente cuando hablamos, utiliza un argumento diferente para la izquierda. Me explico, y que Luis me corrija:

    En este comentario has dicho que el PP es una autopista hacia el poder para algunos sectores a los que corresponde una tendencia más a la derecha (sí, más si cabe). Por lo tanto, esta estrategia funciona. Luis, ¿por qué no te vale que personas más la izquierda del PSOE utilicen esa otra vía de poder? Porque, si no me equivoco, siempre defiendes la oposición a ultranza desde preceptos ideológicos poco flexibles en su mecanismo de ejecución.

    Simplemente cuando he leído el post, con ese razonamiento que comparto sobre el PP, me ha parecido que igual se contradecía con la versión que apoyas para la izquierda. Na más, por si te hago pensar. Ciao

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