Os dejo con una recreación del asesinato de Canalejas. Manuel Pardiñas, que disparó al presidente del gobierno con su pistola Browing frente a la librería San Martín, en la Puerta del Sol, y luego se disparó en la sien, es interpretado por un joven e irreconocible Pepe Isbert. Pardiñas, que recorrió medio mundo y venía en ese momento de Francia, cuando estaba en Madrid se alojaba en Cuatro Caminos, en casa de Emilio Coronas (c/ Carlos Rubio, 3). Cerca de casa.
Y unas perlas de la autopsia de Pardiñas y un estudio “sociolegal” de 1912, en un volumen en el que se plantean resolver, entre otros enigmas, “¿Qué es el crimen anarquista?» o «¿Cómo se defiende la Sociedad Actual de los anarquistas». Nos lleva a Lombroso y sus supersticiones fisonómicas, pero también a la estigmatización con que las élites clasificaban a las clases populares, uniendo moral y biología (en este caso concreto entorno al crimen y la ideología).
“Únicamente puede señalarse como pequeña prueba de anormalidad la asimetría en las dos mitades de la cara”
“no se observa la implantación de vicios a que suelen ser estigma de los degenerados”
“La falta de vello por todo su cuerpo indicaba un marcado infantilismo”
“Pardiñas era antropológicamente un ser normal , sin taras hereditarias ni estigmas degenerativos”
Se dice que Pardiñas llevaba “vida bohemia”, “se inclinan al desorden, odian el Derecho…esa vida errante favorece la criminalidad”
Mucho más aquí: El asesinato de D. José Canalejas 1912