Extrañamente aún no os había puesto nada de Javier Ortiz desde que habitamos esta comunidad.Quienes me conocen saben que es mi lectura periodística más habitual. Normalmente extractaría un fragmento y enlazaría el apunte pero como la url cambiará en una semana voy a permitirme reproducir el artículo entero.
La actualidad asimétrica
(Viernes 21 de enero de 2005)
«Ante una información que publica un diario como Gara, que no me ofrece garantías, he ordenado que se haga una investigación a fondo para ver qué ha ocurrido».
El personal del Ebro para abajo que oyera el pasado martes este comentario en boca de José Bono no sabría ni de qué hablaba. Aunque supongo que tampoco sería tanta la gente que se lo oyera: las grandes cadenas de radio y televisión obviaron esa parte de las declaraciones del ministro de Defensa.
De todos modos, Bono no se refería a ninguna noticia aireada por Gara. Ni siquiera hablaba de algo que acabara de pasar. Aludía a un suceso ocurrido en San Sebastián cinco días antes, del que se hizo eco el conjunto de los medios de comunicación vascos y que fue corroborado en todos sus extremos por Ernesto Gasco, concejal responsable de la Policía Municipal del Ayuntamiento donostiarra (y miembro, por cierto, del mismo partido al que pertenece el ministro de Defensa). Bono tenía que saberlo: esa misma mañana, tanto El Mundo como El País habían dado cuenta de los datos aportados por el concejal.
La historia se cuenta rápidamente, y tiene poca vuelta de hoja, porque sucedió ante testigos. En la noche del pasado 13, en el centro de San Sebastián, unos individuos que se estaban dedicando a arrancar señales de tráfico la emprendieron contra un hombre que reprobó su actuación. Le gritaron: «¿Te parecerá bien entonces lo que hace ETA? ¿Estarás de acuerdo con el plan Ibarretxe, eh, cabrón?» y se fueron a por él. El increpado trató de huir, pero le cortaron el paso. Le propinaron una enorme paliza. Quedó tendido en el suelo, sin sentido, con numerosas heridas. Hubo de ser hospitalizado. Gracias a los datos aportados por los testigos, la Policía Municipal detuvo poco después a dos personas que resultaron ser soldados paracaidistas de Alcalá en misión temporal en el País Vasco. El herido es Mikel Martín, militante de Zutik! y de EGHAM, coordinadora vasca de gays y lesbianas.
Me hago algunas preguntas. Entre otras: ¿por qué un suceso como ése ha merecido tan escasa atención? ¿Cómo puede ser que, cinco días después, con el asunto ya incluso en manos de la Justicia, Bono pretenda que no está informado y se lo endose a Gara?
Invierto los términos de la agresión y pregunto: ¿qué habría pasado si dos miembros de la unidad de asalto de la Ertzaintza de paso por Madrid hubieran dado una paliza a un paseante al grito de «¡Seguro que apoyas la Ley de Partidos, so cabrón!»?
¿Cree alguien que no habría salido en los telediarios? ¿Que no habría sido mencionado en ninguna tertulia?