Razones para el anticlericalismo.

Hay quien opina que el ser “anti” algo es estúpido, que sólo hay que tomar partido por unas ideas, una causa, o una postura pero no estar contra lo demás. Yo no estoy de acuerdo porque hay muchas cosas excluyentes: si es una no puede ser la otra. Otra razón es la beligerancia de posturas adversarias. Yo me declaro anticlerical y prometo que dejaré de serlo el día que los católicos se limiten a reunirse en sus iglesias sin influir para nada en mi vida. El día que no condicionen leyes, actitudes y votos. No el día que Zapatero deje de ir a que el papa le eche la bronca. Ese no es problema del papa sino de ZP.