¿Elecciones democráticas?

La abstención es una pesadilla para los “factotums” de nuestra política, aunque no le hagan caso alguno aparentemente y no hagan muestrra pública alguna de autocrítica seria, lo demuestra precisamente el interés en hacer del abstencionista un inutil social, con los medios de comunicación como punta de lanza de su ofensiva. “Vota lo que sea, pero vota”. Como si uno no tuviera derecho a sentir que no quiere participar de algo o como si el “no-voto” no pudiera ser infinitamente más meditado que el voto de la inercia de muchos otros. En esta ocasión nadie puede decir que la abstención no ha ganado ¿Qué legitimidad tienen estos comicios? Y mientras se esfuerzan en que la opinión popular se de a conocer boicoteando la policía la “Consulta social Europea”. Supongo que el miedo de las élites establecidas a la opinión menos dirigida de los ciudadanos no es nueva. Y mientras, para seguir incidiendo en lo demócrata del asunto ,un partido ilegalizado obtiene casi el 12% de votos nulos en Euskadi y un 8% en Navarra. Sin embargo todavía alguien se echa las manos a la cabeza cuando le digo que he decidido no votar en estas elecciones.