M. es una artista. Hace libro-objetos únicos. En serio son únicos, no se trata de un adjetivo valorativo -merecido-, es absolutamente descriptivo. El cuaderno que M. hace para ti es de veras distinto y singular. Eres el único poseedor en este planeta de las formas, ideas y susurros que contiene.
M. (otro M.) tuvo hace tiempo problemas con la justicia. Esta no es una historia de redención y comprensión hacia alguien empujado a delinquir por su situación bla bla bla. Es la tristemente frecuente historia de una persona inocente que ha cargado con un montaje policial destinado a reprimir los movimientos sociales. No voy a contar ahora cómo, por intentar parar un desahucio, se puede llegar a soportar sobre los hombros el peso del Estado. Quien quiera ver que mire. De momento, parece que la cosa se ha resuelto de forma justa y M. no debería llegar a ser juzgado (meses y meses de angustia, preocupaciones y sufrimientos tampoco se los va a restar nadie de su no-juicio, no-condena).
M. (la primera M.), la que ya os he contado que es una artista, manufactura cuadernos para costear los gastos judiciales de M. Trabaja con collage, con papel y con sensibilidad. Lo hace convirtiendo un cuadernillo de solfeo en un objeto muy suyo hecho para ti.
El post es en parte de agradecimiento y, en parte, para dar envidia…
…O no tanta, entra a conocer el trabajo de M. en Puntos Suspensos (también FB) y contacta con M. (la M. que tiene el taller de convertir partituras en música sin instrumentos, no M. quién paró mil desahucios).