Santiago González Vallejo
…No vamos a plantear nada nuevo ni extraño. Se trata de seguir los pasos históricos lógicos que se han dado en otras épocas ante la evolución de los medios de pago. En su día, los billetes nacieron como meras letras de cambio de un banquero de una ciudad al ‘corresponsal’ de otra burgos para que su portador cambiase el papel (-moneda) por el oro o las monedas. Siendo sus emisores privados, se fue transfiriendo paulatinamente esa capacidad, el control y el aval de que ese billete equivalía a la moneda, a los bancos estatales emisores. Hora es ya, creemos, para hacer lo propio con las tarjetas…