Mirentxu cuelga esta carta que recibe desde Ramallah: información sobre Palestina de primera mano.

Hola compañeros y compañeras:
Os escribo para comentaros algunos temas relacionados con la situación en Palestina, no sé si habréis recibido los escritos que he ido enviando, aunque hace días que no era capaz de escribir, pero bueno, retomaré el tema y os iré enviando, primero un resumen desde que empezó la invasión, para aquellos que no hayáis recibido toda la información, y los que la hayáis recibido, lo siento, os podréis saltar lo conocido.
El desastre es inimaginable, y no creo que sea capaz de poder llegar a transmitiros el horror de lo que está viviendo diariamente la población palestina, cada hora del día y de la noche, no hay imágenes ni palabras para describir el grado y el nivel de las atrocidades que se han cometido y que se están cometiendo aquí. Pero haré un esfuerzo para intentar acercar lo más posible el relato a la realidad.
A pesar de todo el horror que hemos podido ver durante estos días, todavía está por llegar lo peor. No os podéis imaginar el grado de destrucción absolutamente planificada de todo, no hay nada que haya resistido la apisonadora de los tanques, helicópteros, etc. Las consecuencias de esta tragedia se van a dejar sentir durante muchos, muchos años para la población palestina. La realidad hoy por hoy es que sobre el terreno no existe la Autoridad Nacional Palestina, todas sus infraestructuras han sido destruidas, el ejército ha realizado incursiones en todos los ministerios, en la mayoría más de una vez, han robado documentos, equipos, han destruido muchas de las instalaciones. Ni siquiera el Ministerio de Salud se puede decir que exista, sus hospitales están ahí, aunque han sido incapaces de hacer frente a la situación; la Media Luna Roja Palestina ha sido una de las principales organizaciones que ha facilitado suministros no sólo a sus hospitales y centros de salud, sino también a los gubernamentales, como en el caso del Hospital de Jenin que ni siquiera contaba con un generador, y les suministró un pequeño generador para al menos mantener los refrigeradores y que la sangre para transfusiones y los suministros de diálisis no se echasen a perder, así como suministros al Hospital de Ramallah, etc.. La destrucción, además de situaciones que sólo pueden ser calificadas de genocidio como en el campo de Jenin o en el casco viejo de Nablus donde la destrucción es total, especialmente en Jenin. Hasta Naciones Unidas ha estado completamente colapsada y ha sido incapaz de suministrar ayuda en los campos de refugiados que están bajo su completa responsabilidad. En el campo de Jenin la Media Luna Roja Palestina fue la primera organización en entrar para intentar llevar a cabo operaciones de rescate de heridos, a pesar de todos los impedimentos puestos por el ejército israelí durante sus operaciones de rescate. La destrucción de Ramallah, que lleva 23 días bajo toque de queda permanente, las 24 horas del día, día tras día, es alarmante, todo ha sido destruido: hay numerosos daños y destrucción de todo aquello que configura una ciudad, aceras, pavimento de calles, farolas, señales de tráfico, cabinas telefónicas, coches aparcados que son ya sólo un amasijo aplastado por tanques, depósitos de agua de los tejados (lo que significa que esas casas ya no tienen suministro de agua, aunque llegue el agua por la red de tuberías). Daños en viviendas, edificios públicos y privados, centros culturales, cines, centros comerciales, tiendas, talleres, bancos (en algunos han reventado las cajas fuertes), el saqueo ha sido brutal, así como también en joyerías, por ejemplo. Cuando hablo de saqueo, me refiero al saqueo cometido y perpetrado por los soldados del ejército israelí. Yo sólo puedo ver una pequeña parte de la ciudad, cada vez que hay un levantamiento del toque de queda, ya que tengo que ir a comprar, aprovecho para ir a la sede de la Media Luna Roja, y luego llego hasta Manara (la plaza central de Ramallah, que reconoceréis porque es esa que sale en las noticias que tiene una escultura en el centro con leones), está tan solo a menos de 5 minutos andando de mi casa, y en ese escaso y corto recorrido puedo ver la destrucción por todas partes, las puertas voladas de las clínicas privadas de médicos, de dentistas. El interior me lo imagino, a no ser que me encuentre con algún médico que nos cuenta que en su clínica además de volar la puerta, han disparado contra todos los equipos, destruyendo todo. Un cine, un centro comercial, también con las puertas reventadas, la mayoría de las farolas, cabinas, grandes tramos de las aceras, un taller de aluminio completamente quemado, la Academia de Ciencia y Tecnología, con toda la entrada explotada y las puertas destrozadas, todos los documentos tirados por los suelos, y así absolutamente todo. Además, de grandes zonas de la ciudad donde se ha cortado el suministro eléctrico, de agua, las líneas de teléfono. Los daños en las viviendas, donde cada vez que entran a registrar, destrozan, roban, saquean, a lo que hay que añadir los daños ocasionados por los impactos de munición, porque cada vez que vienen a hacer incursiones en las viviendas, disparan al interior de las mismas antes de entrar o después, en cualquier momento. Las organizaciones no gubernamentales, que han sido también allanadas, destruido su mobiliario, sus ordenadores. Desde mi cocina, veo la sede del PARC y del PHG, es un edificio alto, que fue ocupado entero en los primeros días, todavía siguen allí dentro y en la cubierta, utilizan los edificios altos para poner francotiradores y desde ellos dominar toda la ciudad, para matar a todo aquel que ose violar el toque de queda permanente, o incluso asomar la cabeza por la ventana o la terraza de su casa, sea niño o niña, mujer, discapacitado, cualquier palestino es un objetivo sea cual sea su condición para matarle.
Toda esta destrucción va a significar que muchísimas empresas, organizaciones, etc., no van a ser capaces de continuar su trabajo, de pagar los salarios, además de que la gente no va a poder afrontar el pago de cuotas por servicios sociales a ninguna organización. Esto significa que el impacto sobre la población va a ser todavía mayor, si las organizaciones sociales no son capaces de mantener su actividad.
Es imprescindible que le transmitáis a todas las instituciones la necesidad de habilitar fondos para emergencia y para cooperación al desarrollo. Las que no tenían fondos para Palestina, que los habiliten, las que los tenían, que los incrementen. Y es fundamental incidir en varios puntos:
– Primero, tener cierta flexibilidad a la hora de aceptar modificaciones, ya que ahora es absolutamente imposible hacer una evaluación de daños cuantificada y posiblemente se tengan que modificar proyectos y propuestas presentadas para adaptarlas a la situación actual.
– Segundo, es fundamental que a pesar de que no les guste un pelo, financien en cada proyecto costes de personal local y de gastos de funcionamiento. La situación si no va a ser absolutamente crítica. Incluso para una organización con la capacidad y buena gestión como la Media Luna Roja Palestina, y su capacidad para acceder a fondos de cooperación, la situación es crítica, porque nadie sabe que va a ocurrir con los fondos que la Autoridad Palestina les debería pagar por los servicios delegados en ellos, como por ejemplo, el servicio de urgencias médicas y de las ambulancias. De hecho ni el mes pasado, ni este próximo mes, ni a saber hasta cuándo, van a recibir esos fondos, por lo que tienen serias y graves dificultades para pagar los salarios de sus trabajadores. La reducción de ingresos por pago de cuotas de servicios va a ser drástica, ya que muy poca gente va a poder afrontarlos, mientras que muchos que antes pagaban ahora serán incapaces de mantener el pago por utilización de servicios sociales. Los financiadores tienen que entender que para que una ambulancia, que lleve el logo de tal o cual institución, pueda realmente atender a la gente, además de la ambulancia se necesita un conductor, un paramédico, combustible, mantenimiento del vehículo, pago de los costes de los sistemas de comunicación, teléfonos, radios, etc. Y así todo, cada centro de discapacitados, cada centro de asistencia primaria de salud, cada escuela, cada estación de servicios de ambulancias. Y si no se está dispuesto a apoyar en la situación actual el pago de parte de los salarios en cada proyecto que se financie, no servirán más que para agravar la situación y acabar de colapsar a las organizaciones palestinas, que tienen que reconstruir sus equipos, sus infraestructuras, pero que también necesitan personas humanas que trabajen, si no tendremos un montón de edificios, de equipamientos y de vehículos que no podrán ser utilizados y que no podrán prestar servicios a la población palestina.
Os pido que este tema lo discutáis a fondo con todas las instituciones, porque va a ser un elemento clave para poder mantener los servicios, y que presupuestéis un 40% del presupuesto de Costes Directos para Personal Local, mínimo un 35%, hasta que las organizaciones palestinas puedan recuperar una cierta normalidad y afrontar los proyectos en otras condiciones.
Si no actuamos así, no estaremos haciendo cooperación al desarrollo con Palestina, sólo estaremos haciendo un paripé para tranquilar nuestras conciencias y que los financiadores se sientan orgullosos de su solidaridad. Ya hemos dejado y permitido que matasen a cientos de personas, por lo menos intentemos evitar que cientos de miles mueran lentamente cada día a partir de que la invasión termine, y esto no es dramatismo barato.
Hay informaciones de que mañana se van a retirar de las ciudades ocupadas, aunque mantendrán el cerco a la Iglesia de la Natividad y a la sede de Arafat. En cualquier caso, esta retirada es sólo hasta las puertas de las ciudades, el cerco va a ser brutal, es decir, probablemente desde el lunes pasemos del cautiverio en la celda a tener derecho a salir al patio, pero no a salir de la cárcel. De todas formas, esto si se materializa, me permitirá mayor movilidad para trabajar, ya que podré ir todos los días a la sede central. Os enviaré a través de la sede central de ACPP propuestas genéricas, con presupuestos, ubicaciones, etc., que puedan ser presentadas a convocatorias de emergencia. Durante los primeros días de la semana empezarán a llegar las primeras, aunque desde luego no esperéis propuestas perfectamente elaboradas, porque aquí ha sido absolutamente imposible hacer ninguna evaluación durante toda la invasión por el toque de queda, porque incluso cuando se levanta ni siquiera es efectivo en toda la ciudad, y porque en el escaso tiempo del levantamiento todo el mundo se concentra en lo prioritario, tratar de acceder a pacientes, heridos, enfermos, llenar los depósitos agua y recoger basuras sólo en centros neurálgicos como la sede de la Media Luna y los Hospitales y reponer en estos lugares los servicios básicos dañados. Para que os hagáis una idea, que creo que es difícil en cualquier caso hacerse a esa idea, en 23 días de toque de queda en Ramallah, éste se ha levantado sólo en 5 ocasiones, durante 3, 4 ó 5 horas cada vez. Es decir, un levantamiento del toque de queda cada 4,6 días y durante un total de 22 horas, es decir, una media de 4,4 horas cada uno de los 5 días que se ha levantado el toque de queda. La miseria de la gente es palpable, los últimos días de levantamiento de toque de queda ni siquiera había mucha gente en los supermercados, simplemente porque la mayoría ya ni siquiera tienen dinero para comprar. La política israelí es tan absolutamente diabólica, que por ejemplo en los supermercados de Ramallah, se puede encontrar melones que son traídos desde Israel, y que tienen un precio prohibitivo para la mayoría de la población, pero es imposible encontrar leche materno-infantil para los bebés, ese tipo de productos no dejan que pasen a la ciudad, y eso no es coña es sólo un ejemplo de hasta que punto todo está perfectamente preparado para causar el mayor daño y manipular la información, porque, claro, las noticias serán que se deja pasar camiones con suministros para la población los días que hay levantamiento de toque de queda, pero nadie explica qué tipo de suministros entran y cuáles no entran, lo que supone desnutrición de los bebés que necesitan leche infantil, porque desde luego no pueden alimentarse con melones israelíes. El toque de queda significa que nada funciona, ni servicios municipales, ni nada de nada de nada, lo digo porque a veces por las preguntas que hacen algunos periodistas, parece que la gente no se hace a la idea de lo que esto significa, bien ni siquiera es posible hoy en día, 23 días después del inicio de la invasión, de saber el número exacto de muertos y heridos, porque no se permite el acceso de los servicios médicos y de las ambulancias a la mayor parte de los barrios de las ciudades ocupadas. Ni para trasladar heridos, ni enfermos, ni cadáveres. Y no hablo sólo del campo de refugiados de Jenin. Hablo de todas las ciudades ocupadas. Sigue habiendo 3 compañeros de la Media Luna Roja de la sede de Ramallah bajo arresto, es decir, desaparecidos, puesto que como el resto de los miles de detenidos no tienen acceso a ninguna comunicación, ni con abogados, ni con familiares, ni con el Comité Internacional de la Cruz Roja, ni siquiera se notifica que están bajo arresto y dónde se encuentran. Lo que sí sabemos, por aquellos que van siendo liberados, es en que condiciones se deben encontrar, sin agua, sin comida, desnudos, golpeados, con los huesos rotos deliberadamente, siendo sometidos a todo tipo de torturas, incluida la ejecución simulada con munición real (esto lo hicieron con una persona de los servicios médicos disparando a centímetros de su cabeza), grabando sobre sus cuerpos la palabra “terrorista”, etc.
No sé si soy capaz de transmitiros el horror, la destrucción masiva que se ha producido aquí, y la urgencia y necesidad de presionar y trabajar al máximo con las instituciones para que al menos podamos paliar mínimamente el indescriptible sufrimiento de la población palestina, y que los proyectos sean realmente proyectos de emergencia y de cooperación que respondan a las necesidades de esta desastrosa situación y no a las modas y “gustos” de cada financiador, para que realmente sirvan para algo más que para lavar nuestras conciencias. Fundamental incidir en la emergencia, pero imprescindible que se continúe con los proyectos de cooperación para que realmente se pueda hacer algo aquí. Además del apoyo material, los programas de apoyo psicológico, especialmente para niños y niñas, y para el personal más expuesto a la violencia, servicios sanitarios, detenidos, familias con muertos, etc.
Por favor, concentrad todos los máximos esfuerzos que podáis en esta campaña de lobby y sensibilización de las instituciones, valen todas no sólo ayuntamientos y comunidades autónomas, también las culturales, universidades, colegios, que estén dispuestas a apoyar la reconstrucción y apoyo de centros culturales, universidades, escuelas, todo será de gran ayuda. Junto con ese resumen que os comentaba al principio, irán detalles más concretos sobre casos reales de servicios médicos, de ambulancias, sometidos a todo tipo de barbaridades. Prometo iros enviando munición para sensibilizar hasta a las rocas.
Muchos besos a todos,
Gema