Por qué me cago en el espíritu olímpico

“Más rápido, más alto, más fuerte” A costa de lo que sea, le faltó decir al barón Pierre de Coubertain cuando definió, en forma de lema latino – Citius altius fortius– la máxima del espíritu olímpico ¿No se trataba de participar? ¿de la fraternidad? Ni como empujón al afán de superación me sirven esas palabras, que sólo dejan sitio en sus caracteres a la competencia.

…porque nos echan de casa

Leía hoy en un artículo de un articulista turco que

Estos proyectos traen consigo muchas demoliciones. Por lo general, éstos se manifiestan con la expulsión de «lo sucio», «lo feo», las personas de clase baja «irregulares» hacia los límites de la ciudad. Los desalojos forzosos y las demoliciones de algunos barrios son la cara sucia, oculta de los Juegos Olímpicos.

Según el informe del Centro de Derechos de Vivienda y Desalojos (COHRE) [The Centre on Housing Rights and Evictions/COHRE] entre 1998 y 2008 al menos cuatro millones de personas fueron desalojadas de sus hogares en todo el mundo debido a la celebración de los Juegos Olímpicos. Otro informe de la relatora de la ONU Raquel Rolnik no sólo señala que el número de desalojos ha ido en aumento, sino que también menciona varios impactos negativos de los Juegos Olímpicos en la ciudad, como los aumentos en los precios de los alquileres, las políticas de vivienda social y la degradación del espacio.

Se trata esta, la de la gentrificación acelerada por los grandes eventos, de una tendencia globalizada del capitalismo financiero. Una más, que bien conocen los damnificados del milagro barcelonés en Ciutat Vella.

El capitalismo, dice David Harvey, acostumbra a intentar superar sus crisis cíclicas de sobreacumulación construyendo. Aquí, en Madrid, sabemos mucho de eso: en ningún sitio se ha construido más y más rápido. La situación de nuestra caja de ahorros, la que más activos negativos en forma de ladrillos atesora y la que más desahucia, da fe de ello ¿Seguimos huyendo hacia delante?

…porque esto es espectáculo

Del malo. Decía Guy Debord que “toda la vida de las sociedades en las que dominan las condiciones modernas de producción se presenta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que era vivido directamente se aparta en una representación”

No lo olvidemos: detrás del blockbuster de la final de los 100 metros lisos están los señores de las finanzas que alternan en el palco del Bernabeu y en los grandes consejos de administración. Son los mismos que patrocinan parte de los gastos del proyecto olímpico (y que esperan beneficiarse de ello en forma de concesiones). Detrás de las historias humanas de la villa olímpica está el neoliberalismo ladrillista.

That’s Entertainment! …y también es ideología

El listado de demostraciones políticas abominables por parte de los rectores de los destinos de los juegos es amplio y bien conocido: los juegos olímpicos del 36 con Hitler en la grada, el dejar pasar la matanza de Tlatelolco en México a punto de empezar México 68, el apoyo implícito al gobierno chino en Pekín 2008… En los últimos juegos, sin ir más lejos, existía un listado de elementos prohibidos en la que convivían cámaras de fotos y camisetas con motivos del Che Guevara.

Una pléyade de actitudes deleznables que poco tienen de inocentes, algo que queda claro fijándose en qué es el COI, un organismo formado por una panda de ricachones (casi un 10% de los cuales pertenecen a distintas familias reales), que, lejos de contemplar mecanismos democráticos, eligen a sus miembros por cooptación. Las anteriormente listadas son, entonces, actitudes políticas perfectamente comprensibles en un club de oligarcas con poco apego por la democracia.

…y política de Estado

Podemos pasar por alto – por evidente, no por insignificante- el sonrojante baile de política de salón lobbista de las autoridades en los saloncitos de té del mundo. Pero ¿podemos pasar por alto desde una perspectiva izquierdista lo que tiene de representación del status quo internacional de la peor política entre estados?

Decía ya hace tiempo Javier Ortiz que:

Los Juegos Olímpicos (JJOO) están mucho más emparentados con las guerras, las rivalidades a muerte y los conflictos entre naciones que con el afán de paz, la noble competencia y el esfuerzo de superación en buena lid que pretenden sus exegetas. Lo estuvieron ya en la Grecia antigua, donde jamás pusieron fin a ninguna guerra (de hecho, su prueba estelar, la maratón, se estableció para conmemorar el anuncio de una victoria militar), y lo han estado en la Era Moderna, cuyas celebraciones han bailado una y otra vez al son marcado por la relación de fuerzas interestatales imperante en cada momento.

Al final ¿se trataba de deporte?

Mis vecinos de Chamberí han tenido que soportar, por aquello de alcanzar el sueño del Madrid olímpico, que el estadio-polideportivo de Vallehermoso haya permanecido cerrado desde 2007, y que finalmente se vaya a convertir en un gigantesco gimnasio privado con spa. Yo mismo participé allí en unas olimpiadas de mi colegio en los lejanos años de tercero de BUP.

Esta mañana pasé por la cancha de futbito del parque de Conde Duque (cutre, casi la única para todo el distrito Centro de Madrid). Jugaban al fútbol, como es habitual, cinco contra cinco, pero sólo dos chicos, uno de cada equipo, tocaban la pelota. Corrían y chutaban con una fuerza descomunal, con la vestimenta, la pose y la actitud de Cristiano Ronaldo ¿Deporte o espectáculo en el parque?

Por algunas de las razones que ya he planteado antes, creo que el deporte profesional, el mismo que escupe cuarentones artríticos de rótulas trituradas, es socialmente menos útil que el deporte de base. Me dirán algunos que forma parte de la misma cadena. A ellos les pregunto ¿por qué le quitan entonces esos políticos amantes del deporte la piscina a mis vecinos? Diego lo dejaba muy claro hoy mismo: toca elegir entre servicios públicos y juegos olímpicos.

Me cago en el espíritu olímpico, en definitiva, porque supone una transferencia bestial de renta pública a manos privadas; porque andamos sobrados de edificios abandonados a los que cubre la hiedra de la vergüenza; porque la ciudad debe ser de quienes la construyen y no de quienes la edifican; porque no quiero que nos metan a los feos y a los respondones debajo de la alfombra; porque queremos pagar canchas de baloncesto con nuestros exiguos fondos y no palacios vacíos. Y medicina, educación, cultura… Porque es una cosa muy facha disfrazada de show fraternal, a poco que lo mires; porque ya está bien de que nos tomen por tontos útiles que no agitan más que banderitas ; porque, de verdad, no vislumbro ningún beneficio en sacrificar corderos a los dioses del ladrillo que nos han traído hasta aquí ni en vender más cervezas durante un mes.

Por esto y más, me cago en el espíritu olímpico

Javier Ortiz escribió mucho sobre el tema. Dejo aquí algunos de sus artículos al respecto

Todo lo que he escrito sobre Ofelia Nieto

Recopilo algunas cosas que he venido escribiendo sobre Ofelia Nieto 29 en los últimos tiempos (las que tienen contenido, me salto un par de posts que informaban de citas). La compilación tiene sentido porque han aparecido hasta en cuatro sitios distintos
Va por orden cronológico;

Victorias íntimas

Hoy he llorado en el andén del tren

camino de trabajo.

O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao

Sí, sonaba Bella Ciao

y resonaban frente a mi

las bocinas de los coches

que pasaban esta madrugada por Ofelia

y enunciaban enérgicas

¡SÍ SE PUEDE!, ¡SÍ SE PUEDE!

Así:

¡PI PI PIPI!, ¡PI PI PIPI!

Dejo este pequeño rastro

desde el trabajo,

con lágrimas figuradas

flotando en la pantalla,

con Bella Ciao en los cascos

y un desfile de rostros recios

desbordados, emocionados,

en una atmósfera de vapor

de lágrima digna, nacido en el calor

del asfalto de un verano madrileño

digno como pocos.

Una mattina mi son svegliato,

e ho trovato l’invasor.

Las bocinas de los coches

que pasaban esta madrugada por Ofelia

enunciaban enérgicas

¡SÍ SE PUEDE!, ¡SÍ SE PUEDE!

Así:

¡PI PI PIPI!, ¡PI PI PIPI!

Y la policía no se atrevió a aparecer

En agosto no para la POLÍTICA, paran sus politiqueos

Esta pancarta colgaba de un autbús turístico de Madrid. Algunos "guiris" gritaban ¡Sí se puede!

Esta pancarta colgaba de un autbús turístico de Madrid. Algunos «guiris» gritaban ¡Sí se puede!

En agosto, las portadas becarias se alternan con eso que llaman serpientes de verano: este año tocó Gibraltar, la zona erógena más calentorra del paisanaje carpetovetónico. Agitado el bebedizo, claro, con cuentecitos de verano de la editorial del grupo y la versión más contraportada del Hola de cada periódico: los posados veraniegos de José María, las vacaciones campechanas de la realeza – siempre fue muy del gusto del padre de familia al uso la gorrita de capitán – o el discreto veraneo de ZP.

La política, entendida como espectáculo institucional (y sus relatores) descansan en verano, y como la vida tiene la jodida manía de seguir durante el mes de agosto (últimamente arrastrándose entre sofocos y apreturas), esto ha permitido que aflore la política en agosto, la POLÍTICA entendida como el desempeño de los asuntos públicos por parte de los ciudadanos.

Es en este estado de relajación sistémica cuando podemos mirar con más claridad el panorama y aprender a diferenciar instituciones de política; espectáculo de compromiso; representación de democracia.

Les cuento. Hay gente de Tetuán (y de Manoteras, Aranjuez, de Barcelona, de aquí, de allá, de todos lados), que se ha empeñado en ayudar a que una familia no pierda su casa. Digo bien ayudar, porque los miembros de la familia Gracia González (muy especialmente sus mujeres) llevan luchando desde hace diez años contra el desdén del ayuntamiento por las vidas de las gentes comunes. Trazo línea aquí, junto un terrenito allá para mi amiguete…y al vecino que se le ocurra vivir sobre la servilleta en la que diseñan sus majaderías en sobremesa, con puro y pacharán, le mando a la policía. Que para eso la pagamos todos.

El pasado 14 de agosto se paró el primer intento de desalojo del hogar de la familia Gracia González. Ese día, unas setenta personas resistían en la azotea de la casa; cinco personas se habían encaramado al tejado dispuestas a no bajar si no era por la fuerza; medio centenar más en la calle rompió el cordón policial; «os va a costar mucho trabajo sacarnos a todas a rastras», repetía el chico del megáfono…la policía y la grúa se tuvieron que marchar. Toda una escena épica que, sin embargo, se lee mejor en claves líricas a poco que te acercas a las elipsis narrativas: cuidados mutuos, emociones a flor de piel, niños correteando…

Desde ese día 14, cada día y a todas horas, ha habido gente resistiendo en la casa junto a las tres generaciones de la familia de Ofelia Nieto. Ya sólo quedan cinco días para que expire la orden de un mes que permite el desalojo en cualquier momento, y pase lo que pase, lo de Ofelia Nieto se ha convertido ya en un hito de la dignidad.

Ya hace un par de años que el asfalto de Madrid se desembarazó del programa de letargo estival. Aquel verano, el que siguió a la primavera del 15 de mayo – con la Puerta del Sol en estado de excepción – los que quedaban en la ciudad se congregaron para asediar pacíficamente la plaza día tras día hasta librarla…de la nada protegida policialmente.

Durante este tiempo, muchas cosas han dejado de ser para siempre lo que solían: el relato feliz de la transición y la democracia que todos nos dimos; el no estar en estado de alerta continuo ante la realidad; el sentirnos dentro…

Un clic en la cabeza de muchos ciudadanos, un relato que hace crack. POLÍTICA de reconquista ciudadana que también este verano pone de manifiesto que en agosto no para la POLÍTICA: paran sus politiqueos.

* Este post no está escrito en el tono de la mayoría de los de este blog. Me divertía escribirlo a la forma de los espacios de opinión de los periódicos. Curiosamente, hace poco me di cuenta de que así escribía el blog cuando lo empecé hace una década, hasta que pasó, poco a poco, a ser un blog, no un medio de comunicación unipersonal.

Negras vistas

descampado

En el momento en el que escribo estas líneas mi casa está llena de humo y huele a chamusquina. Las vistas desde la ventana (da a un gran descampado) son ahora negras, moteadas por el azul del uniforme de los bomberos, que terminan de apagar los últimos focos del incendio.

En el momento que escribo estas líneas leo – también- que la familia que habita el inmueble de la calle Ofelia Nieto 29, también en mi barrio, se ha encontrado su casa precintada. Se la quieren tirar abajo el próximo día 14. La excusa es un trozo mínimo de acera (que ellos han ofrecido perder), la verdadera razón: la especulación con el terreno. Un robo.

En el descampado de al lado de mi casa (calle Tiziano), vive un indigente, al que he visto salir por su pie de entre las llamas, un montón de gatos, ocasionalmente juegan niños…Está pegado a las viviendas de la calle Teruel. En el descampado de al lado de mi casa antes vivía gente, algunos en casas bajas, pero la inmobiliaria adjudicataria de las obras del PERI Tiziano Dulcinea desapareció un buen día con la pasta. Algunos vecinos involucrados en el proceso se quedaron sin casa. Se supone que ahí tendría que haber un parque y dotaciones deportivas. Ni eso ni casas. Sólo rastrojos, basura y gatos.

En el momento que termino de escribir estas líneas veo claro el futuro de ese pedazo de espacio si no conseguimos parar in extremis este derribo injustísimo: vacío, basura, incendios…La no-vida actual, por cierto, del solar de al lado, el que el ayuntamiento pretende juntar a este para mejor especular.

Negro ceniza. Desposesión, rapiña y deshumanización. Estas son las vistas de nuestras ventanas en mi barrio.

Se ha preparado una permanencia para la noche del 13 al 14 en la azotea de la casa y un Stopdesahucios a partir de las 7 de la mañana del 14 ¡hay que parar este derribo!

Diez años y seguimos

El pasado junio esta bitácora mía tan amada como maltratada cumplió diez años. Con distintas urls, algún parón ocasional como este que la ha tenido ahora unos tres meses en el quirófano, autodestrozos… Por el camino apareció mi otro blog, para temas más profesionales, con su foto y todo.

El otro día, por fin, saqué un rato para mezclar varios ficheros MySQL que tenía guardados, aunque me faltó precisamente el último (los meses más recientes) que próximamente estarán también incorporados a este engendro que es la memoria de toda una etapa de mi vida.

Seguimos para bingo

#Barbacoadestituyente

Durante el día de hoy se ha producido un intenso (o al menos prolijo) debate en torno a la oportunidad del lema y de la mismaconvocatoria del próximo jueves (en distintas ciudades de España en las sedes del PP). El lema, para quien llegue tarde, giraalrededor de una barbacoa de chorizos. Personalmente, me encuentro mucho más cerca de la intención de quienes han pergeñado la cita que de quienes, cargados de mucha ira y pocos argumentos, la han descalificado por poco seria. Sin embargo, mi migaja al debate pretende ser la de una crítica sin aspavientos.

La diatriba es vieja: había un tiempo en el que las celebraciones del primero de mayo se dividían entre la celebración festiva y popular de los comunistas, y las caras adustas y los trajes de domingo de los anarquistas. ¿La protesta es algo muy serio como para tomárselo en broma o algo muy serio como para no tomárselo con humor? Que cada cual encuentre la emoción que necesita para ponerse en marcha y contagiar a su alrededor en su opción favorita. O en su estado de ánimo. Que elija entre la épica y la lírica.

Yo reivindico la potencia política del humor, y sin embargo torcí el gesto con la idea de labarbacoa: no me gusta y paso a explicar la razón. Pienso que el humor, para ser útil, tiene que ser inteligente, y aquí el chiste me parece que, con pocas variaciones, cabría en una portada del Marca. Estoy seguro de que sus creadores piensan distinto y sólo buscaban una imagen potente sobre la que construir una campaña de difusión. En cualquier caso, esto es cuestión de gustos.

En segundo lugar, la potencia de un lema viene determinada – me parece a mi – por el discurso que lleva detrás imbricado, y en la barbacoa no alcanzo a ver más allá del No hay pan para tanto chorizo. Lo siento, me parece peligroso basar la protesta en algo tan epidérmico. Sí, incluso con la que está cayendo.

Hoy, además, la barbacoa se ha convertido en destituyente y, aunque no se me escapa que es innegociable dedicar cuerpo y alma a echar a los causantes del expolio, creo que después de estos años de reflexión es imperioso que empecemos a montárnoslo con nuestra cuenta con lo constituyente. Lo cuelo de rondón: que a cada acto destituyente le acompañe otro constituyente. Desbancar y ocupar.

Por lo demás, una convocatoria a la que se le adivina una sana vocación inclusiva podría llegar a expulsar a gente por un problema de branding porque, a las finales, lo que hay convocado el jueves es una concentración en la sede del partido gobernante ¿se acuerdan del 13M? Aprovechemos la ocasión carajo: juntémonos muchos.

Es una pena que el día se haya ido en hablar de un lema en lugar de hablar de la propia cita. Habrá quien ya estará escribiendo aquello de que “lo importante es que se hable mucho..”. No lo compro: lo importante es que se hable mucho y se hable dentro del foco. Que se reflexione a ser posible, lo que es imposible dentro de un falso debate como el que hemos tenido hoy (y al que igual estoy contribuyendo con estas líneas).

En descargo de las personas que han diseñado la acción diré que quien no se moja el culo no pesca. Es este grupo el que ha sabido parar el bailoteo sin rumbo y desmoralizante en el que se había entrado yendo cada día a la sede del PP a juntarse unos cuantos. Hasta desahogarse fatiga con tantas fechas a las espaldas. Han pensado en red y han actuado…dando pie a una ocasión de protesta que puede ser una de las más potentes de los últimos tiempos.

Yo el jueves voy a ir cantando y espero que me entre la risa, como acostumbro, cuando el ambiente de las grandes ocasiones electrice el ambiente.

Y no voy a gastar ni un segundo más en hablar de lo acertado o desacertado del lema

La huella muda de la cultura material de las clases bajas

El pasado viernes, aprovechando la oportunidad de entrada gratuita con motivo del Día de los Museos, hice la visita que tenía pendiente al Museo Cerralbo, que es, para quien no lo conozca, una casa museo legada al Estado por  Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, prototipo de aristócrata culto de finales del XIX que empleó su tiempo y su fortuna en construir una impresionante colección de arte.

El museo no es tan importante por las piezas que contiene como por ser una pasarela espacio-temporal a la vida de las casas de alta cuna de finales del XIX y principios del XX. Permite, a través de la cultura material de las clases dominantes – ý el marqués además de prohombre fue destacado político tradicionalista – hacerse una idea de sus formas de vida. El museo, creo que de forma consciente, luce una musealización muda, sin demasiadas señalizaciones o explicaciones, para que realmente no perdamos la posibilidad de imaginar veladas políticas y juegos de damas por los salones de palacio. La contrapartida de esta apuesta pasa por la dificultad del visitante de atrapar los contextos históricos, por lo que se hacen más importantes que nunca -al menos en una primera vez – las visitas guiadas.

En la visita del museo reparé, sin embargo, en una carencia habitual de este tipo de musealizaciones: no ofrecer también un fresco del otro mundo que contenía aquel cascarón lujoso, el de los trabajadores y el servicio doméstico. Según nos contó la guía del museo allí vivían unas veinte personas además de las cuatro de la familia del marqués, pero sus estancias y los lugares de trabajo habían desaparecido, y son ahora ocupadas por salas de trabajo o despachos.

Si la musealización se hubiera realizado hace menos tiempo (el museo es de titularidad estatal desde 1924) seguramente se hubieran conservado parte de estos espacios, no es infrecuente ver conservadas, por ejemplo, las cocinas (más complicado es visitar los espacios privados del servicio, ejemplos de estos yo nos los conozco al menos). Pero aún en estos casos -me vienen a la cabeza las cocinas del palacio de Aranjuez – estos espacios se aparecen al visitante como anécdota, nunca como protagonista del recorrido.

El estudio de las clases bajas a través de su cultura material en las ciencias sociales tiene aún pocas décadas de rodaje , pero menor aún – me da la impresión – es su influencia en instituciones culturales y divulgativas, con la tragedia añadida de que la cultura material popular es – lo vemos cada día – la más expuesta a la destrucción, en tanto en cuanto, no suele tener un gran valor económico ni la protección institucional de las cosas de la gente de bien.

Ni botellón ni asamblea

En mi última visita a Berlín pude comprobar admirado como familias y grupos de amigos extendían sus mantelillos de cuadros sobre cualquier esquina de césped despejada de un parque público. Allí había grandes contenedores metálicos para dejar la porquería, proliferaban parrillas portátiles para torrar las brasburgs y neveritas cargadas de cerveza. Me pareció todo…tan mediterráneo.

Aquí beber en la calle es ilegal ya hace tiempo, y ahora quieren, leo, modificar la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana para que el botellón se convierta en falta grave, lo que implica que las multas por beber en la calle podrían ascender hasta los 30.000 euros.

En el mismo paquete irían la desobediencia y la falta de respeto a la autoridad, el llevar la cara tapada – del motín de Esquilache al de Anonymous, ya lo estoy viendo – o la perturbación del orden público. Todo ello, siguiendo una nueva estrategia
amedrentadora, conllevará multas desorbitadas. Usan otro tipo de violencia distinta a la empleada hasta la fecha: la del dinero. Nosotros lo tenemos, vosotros no. A joderse.

No nos quieren embriagados, ni de gentes ni de licores: saben que así somos más lúcidos y peligrosos. Por la vía de disciplinar la ciudad se disciplinan también los ciudadanos. Achicándonos el aire, haciendo esquivas las plazas –circulen– acallando nuestras interjecciones públicas – psss – y aspavientos, a base de multas. Ni botellón ni asamblea. Eso es lo que quieren