Una policía coherente con nuestra historia

Leo un magnífico artículo de opinión del profesor de Ciencias Políticas Pablo Iglesias Turrión, al que no conocía, sobre la violencia policial. Mi primo el de Bilbao habla de lo que todos los que hayamos militado cuatro días en un movimiento social o estudiantil sabemos: que las hostias siempre se las llevan los mismos.

…cuando era más joven en algunas manifestaciones de Madrid se coreaba frente a la policía aquello de “Mi primo el de Bilbao os tiene acojonaos”. Entonces la cosa iba en serio y el enfrentamiento entre manifestantes y antidisturbios formaba parte de un ritual. Las intervenciones policiales, por desporporcionadas que fueran, no escandalizaban a casi nadie.

Podría leerse que el autor hablaba de los tiempos pretéritos de la Transición, cuando está bien asumido por la sabiduría popular que los golpes volaban…pero ¡recuerdo tanto ese cántico!. Iglesias Turrión nació en 1978 (es un año más joven que yo), con lo que es fácil inferir que esas manifestaciones en las que se sabía de antemano habría violencia policial (y por parte de algunos sectores enfrentamiento asumido, que eso también) no son las de los primeros ochentas, ni tan siquiera las míticas movilizaciones estudiantiles que hacia el 87 encumbraron al Cojo Mantecas a la categoría de extraño soldado del pueblo.

¿Entonces? ¿Parece hablarnos el profesor de que la violencia policial nunca ha desaparecido del estamento policial? Aquí hay algunos ejemplos.

El joven policía que en 1978 tenía 20 añitos y convivía con pistoleros de la extrema derecha (cuando no lo era él mismo) tiene ahora poco más de cincuenta años, y es posible que el bravucón veterano haya servido de ejemplo y mentor ya a unas cuantas promociones de nuevos policías. Todo se pega menos la hermosura, suele repetir mi madre.

La Transición, que por serlo y por timonearla quien la timoneó, dejó tantos cambios a medio hacer, dejó uno sin siquiera empezar: el de los Cuerpos de Seguridad del Estado. No hay semilla franquista pues en nuestros cuerpos de policía sino tallos bien sólidos, que han ayudado además a mantener una cultura policial totalitaria que se ha trasladado también a los cuerpos de más reciente creación (policías locales y autonómicas).

No creo que tengamos la policía que nos merecemos -de ninguna manera- pero sí que tenemos la única policía que podemos tener, coherente con nuestra historia.

Mi exocerebro está desnudo ¡viva mi exocerebro!

Esta bitácora se siente desnuda sin los contenidos acumulados durante más de ocho años en la red. De momento descansan, por avatares migratorios, en una memoria flash a la espera de tener tiempo y pericia para devolverle los recuerdos a este exocerebro de mi yo cyborg (que es mi yo completo, vaya).

 

Los últimos meses -esos en los que hemos reconquistado la calle y nos hemos dado cuenta de cuántas ganas nos teníamos- los he vivido por primera vez en mucho tiempo sin un blog donde contarme (aunque hay quien me ha visto transitando otras plazas), he querido, conscientemente, escribir off line algunos pensamientos alborotados sobre el 15M que espero ofrecer en los próximos meses en el formato que sea pero para leer de corrido. Tendréis noticias.

 

Pero es hora de volver a los blogs, era inevitable, para movernos nos basta con twitter, pero para movernos con sentido necesitamos blogs. Al menos yo.

¿Quién se iba a anunciar en La Voz de la Calle?

La verdad es que nunca creí que La Voz de la Calle fuera a salir. Para sacar un periódico hace falta un pastón, más del que supongo tiene Lagunero. No hace falta un tío que se levante y decida sacar un periódico, hace falta mucha peña detrás dispuesta a poner mucha pasta a la espera de que un montón de grupos empresariales con pasta decidan anunciarse en el periódico. ¿Mucha gente con pasta de izquierdas? ¿Grandes empresas anunciándose en un periódico de izquierdas? Durante los meses de atrás no he visto ni una sola noticia en los medios de comunicación de masas acerca del “coming soon” de La Voz, pero la noticia de que no sale está en todos sitios ¿Más pruebas?. Se puede vender buen papel de izquierdas, Diagonal lleva años demostrándolo, pero desde la consciencia de la realidad y la modestia. Pasta, pasta, pasta…o mucho esfuerzo e imaginación.

¿Imaginamos nuestro medio? Yo estaría dispuesto a pagar seis meses por anticipado de un periódico de izquierdas de verdad (unos 180 euros). O algo similar. Si hubiera suficiente gente también dispuesta a “algo similar” como para cubrir el coste de la tirada que pretendía sacar Lagunero (90.000 periódicos diarios) –que no tengo nada claro que los números salgan- se podría hacer. No hay empresarios detrás, hay lectores. Llámenle crowfunding, llámenle cooperativa, llámenle club informativo. Llámenle como quieran. Y al loro que eso también conlleva un trabajo y una planificación titánica, que para tener ideas felices ya estamos nosotros.

Y esto suponiendo que tenga sentido sacar un periódico en papel en pleno siglo XXI. Para leer noticias de ayer ya tenemos unos cuantos, para leer las noticias cuando ocurren tenemos la web. ¿Pero el análisis? ¡Ah! el análisis serio y sosegado, eso que tanto echamos en falta en el relleno de kiosco. Para eso si creo que puede tener sentido el texto “pesado”: análisis, artículos de opinión y reportajes. Ahí, en construir contextos a este mundo de zapping, es donde pueden encontrar su sentido los buenos periodistas de hoy. Y por ello tienen que cobrar, claro.

La era Post-PC para la familia de Steve Jobs

Steve Jobs lleva una temporada anunciando la era post-pc. La saludó en la presentación del IPad 2, como ya había hecho meses antes.

Juan Luis Chulilla parte de un recordatorio (tan importante como conocer la etimología de las palabras es no olvidar el significado de las siglas y acrónimos). PC significa Personal Computer, con todo lo revolucionario que ello contiene: el empoderamiento de la gente común como potencial creador.

Resume en unos cuantos puntos las desventajas de tabletas y androides varios que se ofrecen como enterradores de los ordenadores.

Frente a esas posibilidades y recursos, el mundo P-PC ofrece…
• Dispositivos de usar y tirar, generalmente no reparables y con una fecha de caducidad muy inferior a la de un PC. Ya sea porque el ritmo de evolución de Android deja atrás a los dispositivos en cuestión de meses (aunque esto lo compensa parcialmente la comunidad de desarrolladores con sus ROMs cocinadas), ya sea porque los productos de la marca de la manzana salen al mercado con una obsolescencia que no es sólo programada si no además flagrante y explícita.
• Por supuesto, el software libre es minoritario y problemático en otra plataforma y herético dulcinista en la otra. Adivinad a cuál me refiero en cada caso.
• Dispositivos cuya interfaz está orientada al consumo antes que a la creación de contenidos, y desde luego no está orientada a la creación de nuevas herramientas.
• Dispositivos con posibilidades y funcionalidades muy reducidas comparadas con las que ofrece un PC, ya estemos hablando de un navegador convencional comparado con un navegador móvil, ya estemos hablando del resto de la biblioteca de software disponible.
• Dispositivos que, con cada iteración, recortan libertades aparentemente indiscutibles a sus propietarios. Si bien iPhone marcó un preocupante hito al impedir la instalación de software que no pasara por sus canales autorizados, estoy convencido de que no hemos visto lo último a este respecto.

Y concluye…

El dispositivo P-PC, por lo tanto, sólo debería complementar al PC, nunca sustituirlo. El peligro del P-PC es que logre que olvidemos que un día los PC eran nuestros, hacíamos con ellos lo que nos daba la gana y podíamos aprender a hacerlo. La Nube es aún más exigente, en tanto que su utilidad es mayor y, precisamente por ello, puede hacer que resulte más sencillo que nos olvidemos que invita a otra pérdida de control, sobre todo cuando disponemos de alternativas que nos permiten gozar de sus beneficios sin pagar ese coste.

Estoy absolutamente de acuerdo, recuerdo haber leído espantado el viraje del proyecto OLPC: los niños del tercer mundo en lugar de netbooks tendrían tabletas ¿Para qué quiere un niño pobre crear, diseñar más herramientas o fundar grupos de trabajo pudiendo pasarse el día consumiendo el ocio del Primer Mundo?

No nos engañemos, en tiempos ubicuos, pequeños dispositivos y herramientas de trabajo online pueden sernos de gran utilidad, pero no a costa de retroceder décadas en el control de la información y de la técnica. Tu agárrate también fuerte a tu teclado, trabaja con un navegador de verdad, cambia el componente que se te rompió, construye, si está a tu alcance, herramientas nuevas usando la misma herramienta…Que no nos vendan de nuevo la cancamusa.

Pintadas neorrabiosas

Cómo me gustan las pintadas de Batania. O lo que intuyo de Batania y Neorrabioso, que no son más que algunos lemas que he ido viendo por ahí, las más en diferido, a través de enlaces. Me encanta que las palabras tengan un viaje de ida y vuelta en la red y en la pared, con contextos cruzados entre lo que se publica en el blog de Batania (y de Neorabioso que es una especie de bazar literario), y lo que cada uno pone de si mismo cuando cada día pasa junto a un Occidónde? o un El punto medio es el punto miedo.

Me gusta incluso que la grafía huya del preciosismo ¿Qué su autor no sabe caligrafiar bellos motivos alrededor? No lo sé y me da igual, porque tal y como es se aparece totalmente coherente con la mirada incómoda que suscita, y deja a las claras dónde está la importancia: en lo que pone.

Aquí un montón de fotos en Facebook. También en este enlace

Mili KK, y son ya diez años

Se lo escuché en un concierto al beno de Cutillas: algo así como “cuando me dicen que soy un utópico por las luchas que emprendo me río porque yo ya estuve inmerso en una batalla que ganamos, la de la insumisión al servicio militar. También esa batalla decían que era imposible y la ganamos ¿por qué no las demás?»

Se cumplen diez años ahora de la supresión “La Mili”, lo recuerdan Daniel Bellón y Jesús Gómez (entre otros):

La ministra de Defensa mira un bombo dorado, uno de los que se usaban para sortear los destinos del servicio militar obligatorio. Han transcurrido diez años desde que el Estado admitió su derrota ante la ciudadanía y ahora toca decir que las cosas no fueron como fueron; que no se perseguía; que no se inhabilitaba; que no se procesaba; que no se condenaba a prisión; que los políticos y los medios del PSOE y del PP no nos criminalizaron a los objetores de conciencia primero y a los insumisos después; que ellos siempre estuvieron a favor de la gente.

En 1989, otro ministro del PSOE, Enrique Múgica, amenazaba con «todo el peso de la ley» a los objetores y nos acusaba de «desestabilizar el Estado democrático y estar apoyados por los radicales y los violentos»; doce años después, el Estado borra de la ecuación a los objetores y festeja el fin del SMO como un triunfo propio. En principio, sólo parece un chiste de los muchos que conforman la transición y sus componendas derivadas; pero es bastante más que eso: es un intento de subvertir nuestra historia política.

Sigue leyéndolo en el blog de Jesús Gómez. Os adelanto que acaba como Jesús Cutillas: «Nos enseñaron que no hay nada imposible y lo pusimos en práctica. Ése es el camino».

Vittorio Gassman, Pavese y Amparo Muñoz

Amparo Muñoz era para mi una dama misteriosa, recuerdo haber mirado fijamente su belleza afilada por la vida en Familia, o en ciertas reposiciones televisivas. Recuerdo haber encontrado simpatía en su voz temblorosa y recuerdo haber pensado que era una mujer valiosa. Pero brevemente y nada más. Tampoco es que me marcara. Me ha encantado, eso sí, la despedida de Rafael Reig, que al final trae a colación a Pavese y su Verra’ La Morte e Avra’ i Tuoi Occhi

Y en los comentarios he encontrado la referencia cruzada del día, que me ha llevado hasta la voz de Vittorio Gassman recitándolo.

Y yo os lo regalo.

El ojo de Argón ¿el Plan 9 from Outer Space de los relatos?

El préstamo y la distribución informal de historias son capaces de dar alas a obras que en principio no deberían tener sitio en la ortodoxia habitual de la distribución cultural. El otro día lo contaba Neil Gaiman y hoy lo digo a propósito de la (para mi) recién descubierta desventura de El ojo de Argón.

La historia la he conocido en La Página 36 y es fascinantemente tragicómica. El ojo de Argón es un relato fantástico escrito por un chaval de 16 años, repleto de erratas, errores gramaticales, dobles sentidos involuntarios y adjetivos absurdos…vamos una historia como tantas otras de las que hemos podido escribir otros de críos. Pero no es cualquier otra, porque quisieron una serie de hechos azarosos que el relato –que se publicó en un pequeño fanzine – empezara a circular fotocopiado entre los aficionados de la Ciencia Ficción. Luego llegó Internet (ya se sabe que sus pioneros fueron una panda de frikazos), y la circulación de la obra se hizo mundial. Es tradición en convenciones de ciencia ficción leer el texto tratando de contener la risa o recitarla tras haber aspirado helio.

Un poco más arriba utilicé el término tragicómico, y es que Jim Theis, que después de perpetrar El ojo de Argón se dedicó al periodismo, murió en 2002 con el disgusto de haber tenido que ver como su obra había servido para mofa constante de los aficionados al género.

En 2005 sucedió algo que abundó en la leyenda del librito. Hasta la fecha las versiones conservadas carecían de final, ya que el primer fanzine a partir del cual empezó a circular estaba incompleto. En 2005 un boletín de ciencia ficción anunció que se había encontrado un ejemplar entero del fanzine en la biblioteca de la Universidad de Nuevo Mexico…pero son muchos los que tras un análisis estilístico se huelen un fraude en el hallazgo, y prefieren seguir pensando que el texto termina como siempre lo hizo: “fin de la copia disponible”

Es sencillo encontrar el texto en la red y existe una traducción al castellano. Sólo la primera frase: “La senda gastada por el tiempo serpenteaba hacia los climas polvorientos de las tierras resacas que dominan grandes porciones del Imperio Norgoliano.”