Días extraños, preguntas tontas

He estado revisando Días extraños, la película que Kathryn Bigelow dirigiera en 1995 sobre historia y guión de James Cameron. Por si no la habéis visto o no la recordáis se trata de una distopía ambientada en el cambio de milenio (otra que se quedó vieja), el mundo es sólo un poco más caótico y Lenny, un ex poli de antivicio, se gana la vida traficando con una sugerente tecnología clandestina que mediante un casco es capaz de reproducir a través de nuestros sentidos vivencias ajenas o propias grabadas con anterioridad. La película, en la mejor tradición cyberpunk (rezuma William Gibson por cada pico de celulide) utiliza una trama policiaca como armazón. El reparto es sensacional también: están Ralph Fiennes, Juliette Lewis, Angela Bassett, Tom Sizemore, y Vincent D’Onofrio.

Realmente hay que admitir que en la historia hay demasiados perpuntes mal dados: Días extraños no llega a ser una gran película (quizá ni siquiera una buena película cuando dobla la esquina del final de metraje) pero a mi me encanta. Me gusta su atmósfera de futurismo “presentista”, su desprejuiciada moral, su vouyerismo conceptual…y me encanta la idea de poder “drogarse” con vivencias ajenas ¿no querríais estar en la piel de vuestra pareja al menos en una ocasión? Y sí, justo en ese momento.

Pero me seduce también la contraindicación de una posible vida escapista, de hecho el protagonista (Fiennes) se pasa la película enganchado a discos que le hacen revivir momentos encantadores de una Juliette Lewis que ya no es la mujer de su vida que fue. (al menos no para él), y sin darse cuenta por cierto de que tiene corriendo a su lado loquita por sus huesos por todo Los Ángeles a una de las Ángelas Bassett más guapas de cuantas he visto nunca. Y mira que hay Ángelelas Basset guapas…

¿Tiene todo lo bueno un lado peligroso? ¿Es ello algo necesariamente negativo? Ni puta idea.

Con la cruz a cuestas.

Me aburre lo anodino de lo que pudiera ser emocionante en otras circunstancias. Me refiero al debate de investidura. No soy tan iluso de pensar que si el PSOE hubiera tenido que gobernar en coalición con ERC e IU las cosas serían muy distintas, pero pienso que al menos no serían tan iguales. Como digo me aburro, de manera que sigo revitalizando un poquito la página, y he colgado un artículo acerca de la película de Gibson de La pasión, que es el primero nuevo que se puede seguir a través de la sindicación xml que me he currado artesanalmente. Es un escrito un tanto anarquico, así soy yo también que se le va a hacer. Ahora tengo una deuda conmigo mismo, escribir algo sobre la Primera República, que llevo aparcando hace tiempo, a ver si me pongo. Otros proyectos de artículo tienen que ver con la mujer en la guerra civil(aún no he decidido en que bando o quizá en general, tengo material para cualquier enfoque) y también recuperar alguna cosa que hice sobre el nacionalcatolicismo y adentrarme un poco en la dictadura de Primo de Rivera. Entre estos proyectos no dudo que surgirán otros que me empujarán a aparcar algunos un poco más , pero prometo que los haré todos en un futuro relativamente reciente: los nombrados y los que surjan.

Risas son pistolas.

Hoy me he dado un atracón de humor genial, esta tarde la he dedicado a hacer pesas con el coco a base del arma más peligrosa para el enemigo (y una de las pocas que no nos está enteramente vedada). He visto dos películas: La Última noche de Boris Gruschenko y El Gran Dictador. A veces nos ponemos muy circunspectos y pesados, es comprensible porque el panorama no invita al optimismo. Por otra parte tampoco me gustan las actitudes cínicas de vuelta, destructivas. Pero la risa es lo que nos queda.

Curiosamente en las dos películas se da una sátira antibélica (entre muchas otras cosas). “-Esto es una guerra: si ellos matan más rusos que nosotros franceses ganan, si nosotros matamos más franceses que ellos rusos ganamos-¿Y qué ganamos?”Contesta el joven Gruschenko (Woody Allen). Genial. Después de ver las películas he decidido incluir en “Artículos robados” el discurso final de El Gran Dictador. Me he preguntado si no estaría muy visto, o incluso si no resultaría “muy light”. Lo primero me he dado cuenta de que no importa lo más mínimo. Escuchamos las canciones miles de veces y nos siguen gustando, a veces más con el tiempo, sin embargo no solemos releer las cosas a menudo (al menos yo)¿Por qué no hacerlo? En cuanto a si el fragmento es lo suficientemente “radical”…menudo payaso puedo llegar a ser, que pensamiento más cretino y lleno de prejuicios. Puede ser un texto algo liberal , pero los conceptos que contiene son revolucionarios. Si la letra impresa en la declaración Universal de Derechos Humanos se cumpliera realmente sería maravilloso.

En fin yo os invito a reír (en estos momentos Pedro Ruiz entrevista a Mariano Rajoy: nada recomendable). Estoy tentado de ponerme Sopa de Ganso.

Pelis románticas.

Estuve viendo este fin de semana un par de pelis, coloristas comedias románticas ambas. La primera Abajo el amor, la vi en vídeo, una de esas gozosas sesiones en casa de sillón, comida y autocomplaciencia en la pereza. Que decepción más grande, esperaba un poco más de Renée Zellweger y Ewan McGregor haciendo de Doris Day y Rock Hudson, pero todo se queda en la recreación, algo así como Cuéntame.La historia es mala, los enredos facilones, la resolución de la peli de coña…Me quedé con ganas al llegar a casa de ponerme una de Cary Grant y olvidar ese pastiche con aires de Betty Friedan mal entendida. La segunda, Todo lo demás, seguro que me gustó más, si tomo como indicador el hecho de que enseguida olvidé que me habían vendido las peores entradas de la sala. En realidad la peli empezó flojilla pero a medida que avanzó mejoró, y me ha dejado un regustillo muy sabroso.Un “pero”,¿por qué los actores que protagonistas de las pelis de Woody Allen le imitan descaradamente? Ya lo hizo Keneth Branagh y en esta Jason Biggs (American Pie) tartamudea a discrepción. Otra cosa más: un poco jóvenes los actores para ser creibles en el papel de pijos intelectualoides de Nueva York. Sigo esperando los últimos tiempos una comedia romántica que me haga salir a la calle “con un beso por fusil”.

31 de Diciembre.

Gotas de lluvia en la ventana, Liza Minelli y Michael York se acaban de acostar en mi tele, Shally (Liza), canta como nunca en el Kit Kat Club. Llevo tiempo huyendo de la programación navideña con películas, aplacando la gula visualmente en el canal cocina y apagando el televisor, ¡máxime el último día del año! Año que ha supuesto el nacimiento de Eltránsito. Han sido unos meses de contínuo crecimiento, aunque la criatura está aún en los tiempos del cleraxil. Pero tranquilos, que no es mi intención el hacer un programa de despedida del año con los mejores momentos, ni un discurso lacrimógeno a lo Chicho Ibañez Serrador los últimos días del Un, dos, tres. Liza era un animal maravilloso, menudo brillo.

Estoy aquí, en pijama y con el pelo alborotado, pensando que hoy me apetecía postear en la bitácora, y meditando sobre que hacerlo. Tenía ganas de hablaros de Venezuela. Estuve viendo hace un par de días “La revolución no será trasmitida”, un documental que han hecho unos irlandeses sobre el golpe de estado que se produjo en Venezuela (ese que aquí las televisiones recogieron con algarabía para luego tener que agachar la cabeza). He decidido no hablar de ello sin embargo, porque proximamente publicaré un artículo sobre el tema en Eltránsito, quizá el primero de 2.004. Michael York se acaba de dar de hostias con medio partido Nazi en un arrebato pasional, y claro, le han puesto la cara como a Sloty(Los Goonies).

Podríamos conversar (monologo conmigo mismo y os hago partícipes de mis discusiones), acaso sobre las votaciones en el Parlamento Vasco. Sobre como paradojicamente PP y PSOE ha contado con el apoyo de Batasuna para rechazar los presupuestos de este año (así que fiscalmente hablando hoy en Euskadi no se comen las uvas)¿Qué habrían dicho todos los periódicos y opinadores a sueldo si hubiera sido el PNV el que hubiera votado en la misma dirección que Batasuna?Tampoco me apetece hablar más de esto:me pone de mala leche.

Bueno, pues finalmente haré como todo el mundo: os deseo una noche y un resto de vida (largo resto) enérgico, descarado, alegre, sofisticado, orgulloso en la diferencia…porque “life is a cabaret”.