Procomún: intuición, incógnita y camino

* Acabo de entregar este texto que creo irá en el próximo número del periódico de la Asamblea Popular de Tetuán. La idea era escribir algo sobre procomún. Normalmente soy bastante torrencial escribiendo, me planto delante del teclado y tecleo. Con el tema que me propusieron en esta ocasión me fue imposible, pese a que es un tema que es de mi interés hace años. Me doy cuenta de que tenemos una idea muy intuitiva sobre lo común, pero tengo la sensación de que es un concepto por construir en los códigos de los tiempos que corren (aunque en un sentido amplio tenga mucho de constante en la historia de las sociedades humanas). En fin, esto para advertir de que ha quedado una cosa introductoria (ese era el objetivo inicial)…que introduce a algunas preguntas y ninguna certeza.

Procomún: intuición, incógnita y camino

¿Qué es el Procomún?

Desde antiguo han existido distintos ordenamientos institucionales que remiten a una propiedad atribuida a un conjunto de personas: los bienes comunales. Conocidos como commons, comunes, o por las variedades autóctonas de bienes de propios, ejidos y una larga lista de sinónimos que podemos rastrear en el callejero de nuestros pueblos (y cuya regulación podríamos remontar hasta las Siete Partidas), constituían tierras de aprovechamiento común de una comunidad.

El aire, el mar o las calles también son procumún, aunque no hayamos reparado en ello hasta que su carácter comunal se ha visto amenazado.

Los estudios clásicos sobre el nacimiento del capitalismo suelen reservar un apartado para los enclosures, cercamientos de propiedad común que liberaron mano de obra para la fábrica. En el campo de la filosofía política Locke parió el individualismo posesivo, y las revoluciones burguesas sancionaron las repúblicas de propietarios como sinónimos de democracia.

Malos tiempos para lo común y la multitud, que son también nuestros tiempos, aunque en los últimos años, en las aulas, en las redes y en las calles, lo común lucha por revalorizarse.

Lo común y las redes.

Internet está construido sobre tecnologías abiertas (protocolos HTTP o TPC/IP) y ha sido el gran laboratorio de las nuevas formas de relación social de un mundo que asiste a la lucha entre las viejas prácticas, que no acaban de morir, y las nuevas ,que no terminan de nacer. Definido por algunos como un gran procomún (aunque no son pocos los que pretenden acabar con esto) ha renovado las prácticas de producción entre iguales (peer to peer), y en él se ha desarrollado la ética hacker del trabajo, conceptos que desmienten el paradigma moderno sobre producción y precio, poniendo en valor incentivos extraeconómicos y de colaboración.

A diferencia de los comunes de antaño (tierra, agua) sobre los bienes digitales de información o cultura opera una lógica de la abundancia que hace que los viejos mecanismos del mercado sean ineficientes además de innecesarios. Antes tu mercancía valía (costaba) X en función de su disponibilidad, ahora tu mercancía –bits – no será nunca más escasa, y su valor ya no coincide con su precio. Aquí la pelea es contra los que se empeñan en generar artificialmente escasez aplicando restricciones calcadas del mundo físico. Estos, decididamente, son los enemigos del procomún.

El ejemplo por antonomasia de este abono social que ha sido internet es el software libre, ejemplo probado de éxito, y de él debemos aprender también que el hecho de que algo sea común no significa necesariamente que no esté regulado. Cuando los hackers adoptaron la GNU General Public License lo hicieron para permitir el acceso libre a su trabajo, pero también para impedir que alguien pudiera privatizar el código que había nacido libre.

Lo común del tú a tú y del nosotros

En 2009 el Nobel de Economía de Elinor Ostrom (primera y única mujer en recibirlo hasta la fecha) lleva el término a los mass media y a las baldas de nuestras bibliotecas. Ese mismo año, Tony Negri y Michael Hardt (Imperio, Multitudes) publican Commonwealth, obra en la que extienden lo común al terreno de los afectos y el lenguaje. La experiencia de compartir en lo que ellos entienden como prácticas de la Multitud, y donde podríamos encuadrar al 15M, son el camino hacia la construcción de las nuevas instituciones de la democracia global que debería llegar.

Me gusta pensar que en la Plaza de las Palomas también estamos experimentando con esas prácticas de lo común.

¿Qué es el procomún? (Volvemos a preguntar)

Como vemos el procomún es tan antiguo como las sociedades humanas y es neologismo al mismo tiempo. Desde la experiencia de estos seis meses de 15M procomún es recuperar las calles, pero también superar lo público y construir lo común; está en las redes, pero también en nuestras relaciones compartidas a pie de plaza, para las que debemos programar un código libre y crear nuestras propias licencias GPL. Seguro que es muchas más cosas.

Seguimos indagando qué es el procomún, y debemos construirlo como método para encontrar respuestas, porque si algo tenemos claro –sobre eso tenemos la certeza de una intuición compartida- es que estamos entrando en el tiempo de lo común.

La mandanga del IPad de los diputados

Ya va siendo un pequeño clásico de La bitácora de Eltránsito comentar las comidillas del día de las redes sociales. Resulta que para 2012 se van a renovar el “parque móvil” de los congresistas con terminales de última generación, un smartphone y un tableto, que ya se han asegurado en los términos de la licitación sean los últimos cacharrillos de Apple. Más que el hecho en sí, al que podrían oponérsele un montón de cosas, hoy me voy a detener en las quejas mismas que he leído al respecto, algunas de las cuales no comparto.

He distintos tipos de crítica:

Las que no van a ninguna parte: las que dicen que es un gasto absurdo y que por qué tienen que regalarle un móvil y un tableto a los diputados. Dejando al margen filias y fobias por una marca determinada el hecho de que a un trabajador que debería estar permanentemente conexión con la realidad se le facilite este material parece perféctamente lógico y en consonancia con las prácticas habituales de las organizaciones. Este tipo de crítica es gesto airado, rabieta. Nada más.

Las consistentes pero que no van a ninguna parte así planteadas. Muchas de las que reclaman el uso de software libre en las administraciones públicas, reclamación a la que me sumo. He podido observar que también son con frecuencia las que llaman de todo a Antonio Garzón, diputado por Izquierda Unida, por no rechazar estos regalos instrumentos de trabajo y hacer una defensa ad hoc del software libre, rechazando los dispositivos y exigiendo que se les den otros con software libre. Muchos son los tuits que he leído tachando su nombre de las listas de la decencia, lo que me ha recordado que muchas veces twitter es la hoguera.

Y no deja de parecer curioso porque mientras que existen alternativas más que rodadas para PC y portátil que todos conocemos, el campo de la movilidad es la gran asignatura pendiente del software libre ¿Android? Sí, pero no tan libre, y sí pero es de una empresa, tanto como el IPhone.

No me cabe ninguna duda de que el software que se utiliza en los despachos del congreso y en todas sus dependencias administrativas proviene de casa Gates. Más vale, porque se han gastado cerca de un millón de euros en sus licencias. Parece interiorizado que la irritante sintonía de inicio de Windows forme parte del ambiente de un despacho.

Sin duda el exigir software libre en los dispositivos sería un gesto bonito y útil, pero poner bajo patíbulo preventivamente a aquellos que se disponen a trabajar con el software privativo que se pone a su disposición me parece un exceso. Es el tipo de gestos que se pueden sugerir pero que no definen la decencia ni la valía de un político per se.

Las útiles: tengo que admitir que yo no las he leído, aunque estoy seguro de que deben existir. Ya lo he apuntado más arriba, se trataría de aprovechar la ocasión para pedir a todos los grupos parlamentarios que han incorporado el tema en sus programas electorales para que –sin gestos airados que se desvanecen como la espuma- planteen en el congreso alternativas basadas en software libre, para la institución y para todas las administraciones.

La anécdota del IPad está en parte enmarcada en un tema al que le debo un post: el de situar la moral en el centro de todas las críticas. Según este enfoque la corrupción estaría en el centro de todos los problemas, extendiéndose el estigma corrupto también al privilegio (jubilaciones, sueldos, coches oficiales…) En mi opinión es esta una visión muy corta, que viene a sugerir que con una clase política decente las cosas irían bien, en lugar de buscar fallos en las estructuras del edificio. En este apartado enmarco, como es obvio, las críticas que cuestionan la necesidad del dispositivo, no las que se refieren a las licencias de software.

En estos días en que entra en vigor el “contrato de aprendiz”, la penúltima jugarreta en materia de derecho laboral, nos desgañitamos y nos empeñamos en destrozar a palos el dedo que señala en lugar de atender hacia dónde lo hace.

Para ver las entradas originales de la entrada

De los orgasmos y el nombre de eltránsito

Hace unos nueve años largos (no recuerdo exactamente fechas) escribí un primer editorial para lo que pretendía ser un ezine político llamado Eltránsito. En realidad tendría que haber sido un fanzine en papel, pero como no podía esperar más tiempo la ayuda prometida por mis colaboradores aprendí un rústico html (entonces a golpe de <TABLE>) y busqué un alojamiento gratuito. Luego se mudó al difunto geocities y finalmente a nodo50.org, donde subsiste en modo arquológico. La bitácora de Eltránsito nació muy poco después, como complemento del ezine y poco a poco fue comiéndose a la publicación.

En aquel primer editorial, que explicaba el nombre, no me reconozco hoy ya. Al menos no del todo. Ayer escribí estos párrafos que -aunque no lo parezca- hablaba del 15M, que es de lo que más hablo en los últimos tiempos. Al releerlo me parece que hablaba en realidad de mi, seguramente habla de eltránsito (me gusto más con minúscula ahora)

Que sea el camino. Me vino esta frase a la cabeza pensando en sexo. Los orgasmos son reacciones químicas caprichosas: a veces son más intensos, otras veces menos. Supongo que los chicos listos podrían medirlo monitorizando los impulsos eléctricos, las contracciones del suelo pélvico, o algo similar. Echando la memoria a pescar me doy cuenta de que los mejores polvos no son necesariamente los que desembocan en un orgasmo más intenso. De hecho los orgasmos más explosivos suelen darse durante la masturbación según dicen (las sexólogas de la tele).

 

Mis recuerdos, que en esto se agolpan como flashes sensitivos, tienen que ver con crescendos y valles, caricias y lagos. Con compartir miradas, con percibir la otredad fundida en piel, con instantes rasgando el tiempo y súbitos encendidos de tensión en las yemas de los dedos . Era la intensidad, pero la del viaje. Y es un todo latente en el que poco importa si al final hubo orgasmo.

 

Durante mucho tiempo las mujeres se han visto sumidas en la carrera hacia el orgasmo, glorificando el modelo de éxito falócrata, en el que sólo el orgasmo importa, y obviando que la sexualidad femenina muchas veces era rica precisamente en los disfrutes del recorrido. Los hombres también hemos estado jodidos –la primacía de la masculinidad nunca sale gratis, nos prohibieron el tacto y la lágrima- y perdimos de vista lo que teníamos en frente. El buen sexo.

 

Y en esta disfuncionalidad, en la que ellos no sabían que querían otra cosa y ellas no sabían que lo tenían, las unas y los otros enfermaban –más ellas,  dominadas- en arrebatos de frustración nerviosa. Liberemos también el horizonte, como estamos liberando otros espacios, el objetivo no está al final, el objetivo lo deberías estar abrazando ahora como quien se sumerje en un cuerpo.

 

Pensé en esto a propósito del sexo. Que sea el camino.

Para ver los comentarios originales a esta entrada

Un sujeto por dibujar

De una conversación en twitter acerca de lo inconveniente de asumir el apelativo indignados desde dentro del 15M, surgió anoche un interesante debate (que he recogido aquí) ¿Qué sujeto utilizamos para referirnos a nosotros mismos? ¿Cómo empezamos una frase que nos englobe? ¿cómo tomamos voz? ¿somos conscientes de que la forma de nombrarnos condiciona la mirada de los demás ?¿es posible una voz sin sujeto? ¿quienes somos?

Paso a manosear los posibles sujetos que manejamos ayer, sin el convencimiento pleno de llegar a ningún sitio.

Indignados. Algún nombre tenían que ponernos. Llegaron a la redacción, se encontraron con una noticia que tenían delante de sus narices y que no habían sabido ver. La obviedad esa de Hessel empezaba a amontonarse en las grandes superficies (donde la venta de libros depende de estar literalmente en un montón) ¡Voila! Habemus sujeto ¿inocente? Sin duda no.

Un indignado es más parecido a Paco Martínez Soria en don Erre que Erre que a un Luther King o a un Luke Sky Walker. Un indignado no propone, es sólo un cliente descontento.

Y un indignado es el sujeto perfecto de la multitud narcisista. Muchos antes que Bauman han criticado al 15M por ser sólo ola, la espuma de la sociedad líquida. Movilización contínua sin fin, un contexto sin texto.

Personas. Se ha hablado mucho sobre el término, está ahí desde el primer día: “Somos personas que hemos venido libre y voluntariamente, después de la manifestación decidimos reunirnos para seguir reinvindicando la dignidad y la conciencia política y social”

Como se liberan espacios se liberan átomos del diccionario. Es una palabra tan grande que difícilmente podía contener nada específico, y que aquí también corre el peligro de mancharse con el estigma de la despolitización. Pero en personas cabe muy bien nuestra diversidad, es un documento de texto con el cursor al principio. Incluso un término tan unánime como ciudadano puede dejar fuera sensibilidades, pero ¿quién no se considera persona? Ahora toca rodearla de otros adjetivos.

Es más. El sujeto personas tiene la capacidad de indentificarse con el plural y el singular. Por aquello de la individualidad (persona) y de la fraternidad (personas). No ocurre siempre, uno puede estar orgulloso, aún hoy, de pertenecer a algunos plurales (trabajadores) que no tienen mayor poesía en singular (trabajador).

Nota para explayarse en otros renglones sobre antecedentes: lo personal es político, una mirada feminista que, creo, está en muchas fotos del 15M.

Ciudadanos. Esta es una palabra muy prestigiada que a todo el mundo agrada (podría decirse que es el Joan Manel Serrat de los sujetos, y que entronca perféctamente con el republicanismo del 15M.

El problema de ser ciudadano es que normalmente se define en contraste con aquellos que no gozan de la ciudadanía. La lucha por una ciudadanía universal late en los bloqueos a los desahucios o en las luchas contra las redadas racistas, eso sí. Puede haber quien vea también en el término un hálito reformista soplado por buenas intenciones, sin alcance. Es normal, porque al fin y al cabo el ciudadano está dentro, pertenece a la ciudad.

Trabajadores. No es sitio para hablar de los cambios del postindustrialismo, el cognitiariado y demás enfoques que constatan el peso que tiene la salida de la fábrica en nuestras relaciones sociales. Tampoco está en el discurso del movimiento, ni una wikiconstitución comenzaría con aquella máxima republicana de “trabajadores de toda clase”. Pero es un tema a labrar: el de la permanencia de la clase en los movimientos sociales del siglo XXI.

Yo no lo leo en los textos pero lo veo en las asambleas: existe conciencia de estar viviendo una auténtica lucha de clases, se trabaja por una huelga general que no excluya a amas de casa, parados y demás periferias de las relaciones económicas, se habla de ellos y nosotros. De los de arriba y los de abajo. Clase obrera no somos pero ¿clase trabajadora? El  encaje de los temas tradicionales de la izquierda en la nueva semiótica está por construir. Y es un camino lleno de obstáculos.

Menudo lio.

Además de los sustantivos y pronombres las frases (sintagmas nominales) también sirven para construir sujetos. “El 15M” o “El movimiento 15M” es de momento lo que tenemos. Indignado está, pero sus agentes son mucho más que indignados; ciudadanos queremos ser, pero tratamos de construir ciudades basadas en nuevos presupuestos; personas, claro, y seguimos empeñados en okupar un término aún demasiado amorfo; trabajadores sí, pero no sabemos qué significa esto hoy en nuestras vidas. Diversos. Uniendo puntos aún a seis meses de la implosión…y sin embargo reconocibles en el sujeto 15M, así sea de forma intuitiva.

Para ver los comentarios originales a esta entrada

Trocando

Ayer sábado fue el primer mercadillo de trueque de Tetuán, organizado por la Asamblea Popular de Tetuán, es decir, la gentucilla del 15M que en el barrio somos. Había cierta discrepancia sobre si debía empezar a la vez o después de la asamblea, evidentemente la gente no puede desdoblarse para hacer trueque y discutir, pero se trataba de hacer algo para el barrio, que lo beneficiara y, porque no decirlo, acercara a gente que nos ve ahí, sentados en el suelo y nos mira como a bichos extraños. La asamblea fue además ayer particularmente fructífera, hubo un interesante debate sobre la oportunidad de pedir la dación en pago a la vivienda a propósito de un texto presentado por la gente que trabaja en Desahucios y vivienda, y una interesante forma de debatir el elaboradísimo documento de la comisión de políticas sobre el sistema electoral español, dividiéndonos en grupos de unas diez personas (en cada grupo había una persona de políticas que hacía de cicerone del texto). Además los amigos del Silo del tiempo montaron una mesa para informar de sus evoluciones. Les debo toda mi atención para la próxima.

Os dejo arriba con un paseo por lo que fue el día de ayer, en el que salió el Sol para desmentir a Bauman sólo a medias: existe emoción sí, pero existe pensamiento, aunque ese pensamiento pueda difícilmente plasmarse en un programa lineal (como el que por cierto PP y PSOE no han publicado a un mes de las elecciones) por la misma naturaleza y función del movimiento, la de crear unos nuevos usos políticos permanentes al margen de la política espectáculo.

Amaieta

El próximo 28 de abril volveré a tomarme un whisky a tu salud como este año Javier. Con el dibujo de Ricardo y Nacho que me dio Charo, descelebrando el día que se me heló la rutina mañanera, el dia que dejaste de estar. Pero esa fecha me preguntaré algo nuevo – muchas veces juego a pensar qué escribirías sobre algún tema-, me preguntaré, como hoy, qué hubieras escrito sobre el final de ETA, que reverso le hubieras sacado, cuántas veces hubiera asentido con la cabeza y con que última línea de cariz poético hubieras cerrado un texto cabal, mucho más complejo de lo que tu voluntad comunicadora pudiera hacer pensar a un desprevenido.

Javier, se me vienen a la cabeza algunos nombres de esos que le deben todo a ETA, del Ebro para arriba y del Ebro para abajo, mercenarios del teclado (hoy salen en las tertulias con Ipads, que no creo que hayan llegado a Jamaica), gentes de gesto duro y hálito venenoso. En alguna ocasión escuché a alguno meterte en el saco de ETA. Es curioso, porque hoy, ya ves que a veces hay razones para el optimismo entre tanto resentimiento social, ya no se los creían más que en sus sectas.

Lo dejo ya Javier, te dejo disfrutar y te imagino como en esa foto tan cojonuda en la que sales riendo a carcajadas.

* AmaiETA es un juego de palabras. Iturri explica que amaiera es fin en euskera. Se lo he copiado y he llamado este breve apunte como su post. Por que sí

¿Por qué no vamos a las asambleas y sí a la mani?

Vengo escribiendo por aquí que a esta revolución le faltan blogs (no voy a explicarlo de nuevo, por favor pincha en el enlace si quieres comprender a qué me refiero con exactitud) y precisamente me encuentro con un debate como aquellos que se daban en la blogsfera de antaño, una toma de postura ante un tema, de igual a igual, sin límites para explayarse, cada uno en su blog, y seguramente escribiendo el texto primero en un procesador. Pensándolo. Esto era aquello a lo que nos referíamos hace años cuando decíamos que los blogs eran “conversación”, y no a la posibilidad de comentar en las entradas.

Vamos allá. En la cuenta de twitter de @asambleatetuan se planteó, ante la asistencia masiva a la manifestación del 15 de Octubre, por qué razón la gente va más a las manifestaciones que a las asambleas de barrio. De momento, y que yo sepa, C. J. Deschain y Olga han picado el anzuelo.

¿Por qué no vamos a las asambleas y sí a la mani? Mis respuestas:

  • Porque el 15 M ha dejado de ser una comunidad conversacional para ser un enjambre de comunidades conversacionales. El movimiento se ha descentralizado, va camino de ser distribuido y desde luego se ha hecho diverso. Eso que llevamos ganado. Uno, por supuesto, puede participar de varias conversaciones simultáneamente, puede ser a veces electrón libre, a veces gota de lluvia y a veces enjambre…pero lo que no puede es clonarse. Eso sí, ante una gran cita, todos los enjambres vuelan en en una sola nube.
  • Apuntaba en los comentarios de Nos comen! que pasado el subidón energético de los principios lo personal pesa: le hemos robado muchas horas a nuestra familia.
  • También debemos hacer un poco de autocrítica: hemos gastado mucho tiempo y esfuerzos en temas de intendencia, organización, dinámicas de las asambleas, etc. Cuando conseguimos ponernos a debatir temas de interés y a hacer propuestas prácticas la cosa se torna en vibrante. Pasemos de ombliguismos YA
  • Pienso que también hubo un buen número de vecinos que se acercaron a la asamblea pensando que era una sucursal del 15M en el barrio. Para ellos es prioritaria la reforma de la Ley electoral -por ejemplo- y el enfoque de barrio les parece secundario. Otros, en cambio, piensan que la asamblea de Tetuán debería tratar sobre todo los temas del barrio. Quizá la cosa quedó en que “ni pa mi ni pa ti”, a mi me gusta ese carácter mixto, pero me temo que a mucha gente la ha echado.
  • En el caso concreto de mi asamblea, la de Tetuán, pienso que debemos crecer también a costa de nuestros vecinos migrantes. Tenemos la obligación de saber llegar a ellos.
  • Por último niego la mayor. No somos pocos. Cada sábado nos reunimos unas setenta personas, pero realmente estimo que podemos estar acudiendo con cierta regularidad unas 120 (yo por distintos avatares voy como a la mitad de las asambleas). En los puntos anteriores he explicado por qué creo que muchos se han quedado en el camino, pero un centenar de personas trabajando cada semana es un buen número ¿representativo? representativo de un centenar de personas, como no puede ser de otra manera.

Y tú ¿qué opinas tú?

P.S: Os animo a todos a pasaros este sábado por la Asamblea de Tetuán para opinar de primera mano. Esta semana además tenemos mercadillo de trueque y se han organizado dos interesantes charlas ¡lo que podríamos hacer si fuéramos 100 más!

Para ver los comentarios a la entrada original

Enjambres, gotas de agua y electrones libres. Cómo está mutando la red del 15M

Una de las cosas buenas de twitter es que es un antídoto contra el síndrome del “lo dejo para después”. Una de las cosas malas tiene que ver con esa misma inmediatez, que hace el debate evanescente. Pongo aquí a limpio alguna cosa que me pareció interesante para que no se lo trague el voraz timeline.

Decía esta mañana @juanlusanchez :

Describo (y no hago juicio): Las iniciativas del 15M ya no se legitiman en Asamblea sino por determinadas cuentas de Twitter

y claro, hubo quien le pidió se explicara más:

Una de las razones: la red da pie a un juego de liderazgos blandos (como en la comunidad de software libre) más potentes que las asambleas

@loscomunes depende de las redes de credibilidad de cada uno. Insisto en que no me parece mal, eh?

Y quien le pidió que diera nombres:

@loscomunes pues @acampadasol @madrilonia @democraciareal @fanetin @pablom2p @el_diagonal … :)

Yo le escribí a @juanlusanchez:

@juanlusanchez yo creo #15M ha pasado de ser una comunidad conversacional a un enjambre de comunidades conversacionales, lo cual es bueno pero indefinible, esas cuentas q nombras son líderes meritocráticos de la cara red del movimiento pero no creo que legitimen nada. De todas formas suena interesante lo que dices lo desarrollarás en largo?

No sé si mis admirados indianos darían patente (esta palabra no les pega nada) a las acampadas/asambleas/movimientos del 15M como comunidades conversacionales. Más bien sospecho que no, pero yo creo que sí son al menos comunidades conversacionales en formación, grupos de interés (lo que las mueve las une) que basan su relación en la conversación y están generando una interacción y una identidad que no estoy nada seguro de que se estén apreciando desde fuera.

Desde casi el principio estuvo muy presente en los debates internos la tensión centralismo/descentralización (Asamblea General /Comisiones/movimientos laterales) pero el gran juego político del movimiento y la gran conversación se daban en la Puerta del Sol. También las conversaciones que circulaban en la red eran heliocéntricas.

Luego @acampadasol quedó como una ciudad mítica y su asamblea, más referente simbólico que parlamento, siguió sin embargo resistiéndose a desaparecer del centro. Habían nacido un sinfín de asambleas barriales y de pueblos (ahora hablo sólo de Madrid), que tras los aprendizajes y titubeos iniciales empezaron a construir también comunidades conversacionales. Se da la circunstancia de que, en mi opinión, estas tienen además nexos más sólidos en tanto en cuanto la vecindad es también un nexo real.

Tenemos además otras comunidades de interés que nacen de la mixtura del 15M con el entorno y sobrepasan el ámbito de la comisión: gente que trabajaba ya con desahucios, contra privatizaciones, por servicios públicos, etc.

Y luego están el 15M atmosférico y los electrones libres. Los primeros se corresponden con esa miriada de gotas de lluvia que condensan al calor del momento (de un agravio mayúsculo o de una gran cita) y recubren el 15M de multitud. Los electrones libres son esos fanáticos de la acción de espíritu individualista que acuden a cada manifestación, la twittean, la aupan… Pienso que en estas dos categorías, gotas de lluvia y electrones libres, muy importantes pero poco aprehensibles, es donde más influencia tienen las cuentas abultadas de twitter, auténticos “nodos gordos” de la redistribución de contenidos en esta red social que no olvidemos, es sólo una de las redes que tejen la red 15M (a estas alturas se superpone con miles de microredes de nexo más fuerte que se comunican presencialmente, por email, en foros…) En cualquier caso, aunque su opinión pueda ser atendida por mucha gente, no creo que actuen legitimando acción alguna.

Por si no queda claro, lo que pretendo es explicar el ecosistema de enjambres en el que se está convirtiendo el 15M. Aún existe cierta pugna centro-periferia, pero la descentralización es un hecho, y lo distribuido el camino. Termino de hilarlo ya con lo dicho antes por Juanlu Sánchez: no puede esperarse que cada acción sea consensuada ya por una asamblea, al menos no por una gran asamblea.

Por cierto, hoy fue muy comentada también en twitter una entrevista a Zigmunt Bauman (el de la modernidad líquida) y me pareció que el tono general ante la crítica, que venía a decir que al componente emocional del 15M hay que sumarle discurso para que no se desvanezca como si una conversación de twitter se tratara, fue recibido a la defensiva, sin más contracrítica que el “que sabrá este”. Yo también creo que es relativamente falso, desde el rodar del movimiento se percibe que hay mucho pensamiento en los enjambres de conversaciones del 15M, pero pienso que falta plasmar ese discurso, sistematizarlo, exponerlo al mundo y su escrutinio. Ponerlo a prueba y articularlo. En definitiva, sigo pensando que a esta revolución le faltan blogs.

Para ver los comentarios a la entrada original

De los delitos de apología del terrorismo

Hoy han detenido al cantante Pablo Hasel acusándole de Apología del terrorismo. La policía entró en su casa registrándola y llevándose ordenadores y libros, lo que da idea de hasta que punto esta extendida la doctrina de la “contaminación” y la confusión entre pensamiento y acto (apología y pertenencia a banda armada). Suponiendo que fuera legítimo detenerle por un delito de opinión (y digo legítimo, que no legal) ¿qué pensaba encontrar la policía? ¿quizás una vinculación directa de Pablo con los GRAPO? La trasposición es fácil: si todo lo que se relaciona de alguna manera con ETA es ETA, todo lo que se relaciona con GRAPO es GRAPO.

No son pocos los juristas que tienen dudas sobre el delito de Apología del Terrorismo. El artículo 20 de la Constitución Española consagra la libertad de expresión como derecho fundamental (este además es garantía necesaria para la existencia de una opinión pública libre y por lo tanto para la existencia misma de la democracia). Tiene por supuesto límites bien claros que tienen que ver con la colisión con otros derechos de igual categoría: los delitos de calumnias o de injurias tienen que ver con la colisión entre libertad de expresión y el derecho al honor.

Es el Código Penal el que vendría entonces a limitar la libertad de expresión en los casos en los que concurrieran los delitos conocidos como “de apología”, y la naturaleza de esta limitación ha sido doctrinalmente muy discutida. Esta polémica llevó al legislador a asociar en el Código Penal de 1995 que la apología sólo será delictiva si constituye una provocación o incitación directa a cometer este tipo de delitos. A pesar de la inclusión de este “mínimo necesario” para establecer el acto como delictivo (el discurso dejaría de ser sólo opinión si objetivamente hay una relación con la preparación o causa del delito) muchos jueces utilizaron la asociación forzada con la figura de colaboración con banda armada. A partir de 2000 vuelve a modificarse el texto que queda ahora así:

«el enaltecimiento o la justificación por cualquier medio de expresión pública o difusión de los delitos comprendidos en los arts. 571 a 577 de este Código o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares se castigará con la pena de prisión de uno a dos años”.

Tenemos pues de nuevo el delito de opinión entre nosotros.

Parece indudable que los avatares de la “Apología del terrorismo” permanecen unidos en el tiempo en España a la “lucha contra ETA” y al espíritu a la de excepcionalidad que la ha rodeado, lo que ha hecho que la justicia y la opinión pública obvien sistemáticamente la vulneración de uno de los derechos fundamentales recogidos en la constitución.

Pero bajemos al terreno de lo concreto para ver si efectivamente este concepto tan subjetivo se aplica de forma equitativa en nuestro país. Supongamos que tu compañero de trabajo dice públicamente que Franco se quedó corto fusilando a rojos y maricones (por desgracia no me cuesta demasiado). Supongamos que José Bono o Rodriguez Ibarra –ostentando aún cargo público- hagan una nada velada justificación del GAL. Supongamos simplemente que alguien dijera que comprende que Ynestrillas se liara a tiros aquel día ¿nunca lo escucharon? O que si de ellos dependiera colgarían por los cojones a esos etarras (y esto, claro, incluye a algún diputado electo o a algún cocinero vasco) hasta que se quedaran ahí pasmados. O lo que muchos le harían a Zapatero… Cualquiera de estas opiniones tampoco costará mucho encontrarlas en un medio de comunicación, opiniones execrables todas ellas (a mi me lo parecen) pero ¿opiniones que merecen la atención de la Audiencia Nacional en algún caso?

Yo no creo que todas las ideas sean respetables (yo desde luego no las respeto todas) pero sí creo que todas deben “ser legales”. Si su manifestación incurre en delitos contra el honor júzguense estos como tales. Si la idea pasa a acto, y este es ilegal, que no se permita o se castigue. Si la burrada la eructa un cargo público exíjase su cese.

Más allá del imperativo moral que me lleva a defender la libertad de opinión hasta los extremos encuentro también razones de índole práctico en ello: creo que es mejor una sociedad en la que cada uno pueda mostrarse como realmente es. Si una librería vende basura neonazi ¡allá se pudran! Sin embargo prefiero saber que esa gente piensa como Hitler y saber a que atenerme en mis relaciones con ellos (huir o defenderme, básicamente). El argumento que suele utilizarse en contra de esto es el de la propagación de ideas potencialmente peligrosas, y es ridículo en los tiempos de Internet, en los que basta teclear “mein kampff” en un buscador para acceder al pensamiento de Hitler. En realidad, ningún régimen consiguió abolir la circulación de una idea (excepto cuando se exterminó a sus portadores), pero el siglo XXI ha llevado esto al paroxismo.

Cualquier delito de apología es una presunción de imbecilidad de la ciudadanía, y las detenciones en su nombre achican una atmósfera con problemas de polución democrática de por sí preocupantes.

La complicada senda de la noviolencia: del barrio de Tetuán a Iraq

Hoy es el Día internacional de la No Violencia (por el aniversario del nacimiento de Gandhi). Nunca le vi la gracia a esto de dedicar un día al año a para absolútamente todo, pero en esta ocasión viene muy al caso de debates que hemos tenido durante los últimos meses.

Hace un par de semanas, dentro del Grupo de Comunicación de la Asamblea Popular de Tetuán, tuve la oportunidad de redactar un texto que se consensuó el pasado día 23 en una plaza de mi barrio y que Almudena, también de Tetuán, leerá en la III Conferencia de la Sociedad Civil Iraquí (Iraqui Civil Society Solidarity Initiative -ICSSI), que se celebrará entre los días 7 y 9 de octubre en el Kurdistán.

El texto se basa en la noviolencia (sí, yo acostumbro a escribirlo junto) porque es uno de los pilares de la reunión, y quien lo lea, puede reconocer en uno de sus párrafos el espíritu (y algunas palabras) de un escrito que circuló por listas de correo y blogs a propósito del debate de la noviolencia dentro del 15M.

Al pueblo iraquí, a los movimientos sociales, asociaciones no gubernamentales, sindicatos y a todas las personas aquí reunidas… A la III Conferencia de la Sociedad Civil Iraquí.
Tetuán, el lugar de donde provenimos, es un barrio humilde y multicultural. En las calles de este rincón del sur de Europa conviven Asia, África, América y Oceanía. Un día, salimos a la calle a ocupar el centro de la política. Lo hicimos junto a otros barrios de nuestra ciudad –Madrid- y lo hicimos con la misma ilusión e ímpetu con que antes habíamos tomado la Puerta del Sol el 15 de Mayo. Aquel fue el minuto cero de nuestro movimiento, un movimiento de reconquista de la política horizontal por parte de la gente corriente. Hoy -23 de septiembre de 2011- estamos leyendo este texto sentados en la plaza de nuestro barrio, y esperamos que nuestra voz os llegue y os de aliento en vuestra lucha.
Leemos los principios que mueven la Conferencia de la Sociedad Civil Iraquí y nos reconocemos en ellos. La lucha por el protagonismo de la sociedad civil en los procesos de cambio, por la justicia social, por la democracia real, por los derechos civiles, por la noviolencia… Leemos vuestra vocación de colaboración internacional, de no discriminación por razones de etnia, religión o género y nos sentimos hermanadas también con vuestra causa.
Lo hacemos desde la admiración, porque no podemos dejar de sentirnos pequeños a vuestro lado, por el arrojo de salir a luchar y hacerlo abrazando la noviolencia pese a la devastación de vuestro país. Lo hacemos desde el respeto y el recuerdo de que la primera vez que Europa escuchó hablar de noviolencia la voz provenía de otro punto del continente asiático. Fue en los años treinta, desde la India, otro país ocupado.
La noviolencia es parte del ADN del 15M, hasta el punto de que es uno de los pocos presupuestos que no se consensuaron en ninguna asamblea. Fue un principio espontáneamente asumido por todo el mundo y a él nos hemos aferrado con fuerza desde que llegamos a las plazas. Pero noviolencia no significa noconflicto, no implica pasividad, ni debilidad. Al contrario. La noviolencia va de la mano del deber de enarbolar la bandera de la desobediencia civil, nos hace activos e imprevisibles. Huir de la violencia es lo que nos ha hecho fuertes, y lo ha hecho sobre todo porque ha permitido acoger a todo el mundo en el seno del 15M.
Desde la Asamblea Popular de Tetuán repudiamos y queremos condenar la violencia desplegada sobre la sociedad civil iraquí. Nos solidarizamos con todos los asesinados, con la población desplazada y detenida durante estos años terribles de violencia criminal y ocupación extranjera, y proclamamos nuestra admiración por todas las mujeres y hombres iraquies puestos en pie para construir un nuevo país desde el pueblo.
Tetuán, Madrid, 23 de Septiembre de 2011.